Fútbol
Roberto Baggio, secuestrado y con un corte en la frente mientras veía el España-Italia
La leyenda italiana plantó cara a los ladrones
Roberto Baggio es un mítico delantero italiano hasta el punto de que en 1999 fue el tercer mejor Jugador del Siglo de la FIFA. El exdeportista es noticia porque fue víctima de un secuestro y un violento robo en su villa de Altavilla Vicentina cuando veía por televisión el partido entre España e Italia de la Eurocopa 2024. 'La Gazzetta dello Sport' informa que cinco hombres armados irrumpieron en la casa del exfutbolista de 57 años y encerraron a él y a su familia en una habitación durante 40 minutos.
"Roberto Baggio se enfrentó a los asaltantes y en la pelea resultó herido con un corte en la frente y tuvo que se atendido, recibió varios puntos de sutura, en las urgencias de Arzignano", afirman. Además, El 'Corriere Veneto' informa que "Baggio intentó enfrentarse a uno de los asaltantes y después de un brevísimo forcejeo, el ladrón le golpeó en la frente con la culata de un arma, provocándole una herida profunda".
Los minutos en los que la familia Baggio estuvo retenida, los delincuentes estuvieron en todas las habitaciones y robaron relojes, joyas y dinero. Cuando el exfutbolista se percató de que los ladrones se habían ido logró derribar la puerta de la habitación y llamó a la Policía. "Roberto Baggio vive desde hace 15 años en su finca agrícola, situada en una colina que domina la Altavilla Vicentina, junto a su mujer Andreina y sus tres hijos", informan medios italianos.
"Cuando fui hacia el punto de penalti estaba todo lo lúcido que se puede estar en esos momentos. Sabía que Taffarel se tiraba siempre, por eso decidí tirarlo al medio, a media altura, justo para que no pudiera despejarlo con los pies. Era una elección inteligente. Sin embargo, el balón, no sé cómo, se elevó tres metros y se fue arriba. He fallado pocos penaltis, pero cuando los fallaba me los paraban, no se iban a las nubes... Los brasileños dicen que fue Ayrton Senna desde el cielo el que elevó la pelota. Quién sabe. Es la explicación romántica a una acto inexplicable, a no ser por el cansancio", explicó Baggio en su autobiografía 'Una puerta en el cielo'.
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