Liga Europa
El Sevilla destroza al PSV a golpe de golazo
Los de Sampaoli prolongan su buen momento con un festín en su competición favorita. En-Nesyri, Ocampos y Gudelj acercan los octavos de la Liga Europa
El rey de la Liga Europa no abdica ni en su peor hora. El Sevilla, que en la Liga española pugna por no descender, se regaló un festín a costa del PSV Eindhoven y ya se ve en los octavos de final de su competición favorita. Tres golazos, todos de diversa factura, acumulados en ocho minutos con un descanso por medio deben convertir en un trámite la visita a Países Bajos de dentro de seis días para la vuelta de este playoff.
El fantasma del Sevilla premundialista, perro flaquísimo infestado de pulgas, sobrevoló Nervión en la primera media hora. Badé, cuya incorporación había traído las primeras esperanzas, se lesionó y su cambio por Fernando propició un rato de despiste generalizado, un jeroglífico táctico que sí descifraba el PSV y no ningún futbolista de blanco. Al son de Xavi Simmons, bailaron un rato lo neerlandeses a sus anfitriones, salvados como casi siempre por Bono, exigido por un tiro cruzado de Saibari, al que había habilitado Luuk de Jong. El ex sevillista, como de costumbre, mantenía a su equipo en campo rival gracias a su eficacia en los duelos aéreos.
Rakitic, justamente discutido, lideró junto a Acuña el desperezo del Sevilla. Los dos veteranos volcaron el fútbol hacia la izquierda, por donde alborotaba Bryan Gil. Poco o nada concluía el futbolista barbateño, pero su amenaza bastó para que los chicos de Van Nistelrooy se empezaran a preocupar por defender su parcela, aunque sólo un par de amenazas a balón parado alteraron el pulso de Walter Benítez, con un centro frontal que nadie tocó pero pudo colarse y con un remate picado en el segundo palo de Nianzou. Al borde del descanso, con el Sánchez Pizjuán clamando por un penalti por mano, Jesús Navas incurrió por su pasillo de siempre y metió el mismo centro que lleva casi veinte años metiendo: rasito y al primer palo, donde apareció En-Nesyri para embocar el 1-0 y prolongar su buena racha.
Ocampos suplió a Bryan en el descanso para coronarse en su primer balón con un control acrobático y un derechazo a la media vuelta que entró tras tocar en los dos postes. ¿Árbitro la hora? Para nada, el purasangre de Quilmes estaba desatado y dejó un taconazo «Guti style» que empotró Gudelj en el techo de la red.
El futbolista serbio cuenta sus goles, escasos, por obras de arte. Ahora, sí: que se acabe esto, pensó la afición local. Primero, porque al Sevilla le cuesta terminar los partidos; y segundo, porque el PSV Eindhoven se lanzó a por el gol que lo metiese en la eliminatoria, y que estuvo a punto de encontrar con un zapatazo de Vermaan que se estrelló en palo.
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