Tenis

Badosa-Garbiñe: sólo puede quedar una

Paula y Muguruza se medirán en la semifinal de las WTA Finals y garantizan la presencia de una raqueta española en la final del Torneo de Maestras 28 años después

Garbiñe Muguruza celebra su triunfo ante Anett Kontaveit
Garbiñe Muguruza celebra su triunfo ante Anett KontaveitFrancisco GuascoAgencia EFE

En 1993 desaparecía Checoslovaquia, las Torres Gemelas sufrían un primer atentado, moría Audrey Hepburn y Arancha Sánchez Vicario caía en la final del Torneo de Maestras ante Steffi Graf en el Madison Square Garden. 28 años después una española volverá a luchar por el título en las WTA Finals. La victoria de Garbiñe Muguruza ante la estonia Kontaveit (6-4 y 6-4) depara una semifinal entre la ex número uno del mundo y Paula Badosa. Las dos mejores jugadoras españolas frente a frente mañana (21:00, TDP y DAZN). Nunca se han enfrentado antes, compartieron buenos momentos en los Juegos y buscan un premio con el que cerrar una temporada que anuncia tiempos todavía mejores.

Badosa sólo necesitó dos partidos –victorias ante la bielorrusa Sabalenka y la griega Sakkari– para certificar su presencia en las semifinales del torneo que se disputa en México. Arrancó el año como la 70 del mundo y lo está terminando sintiéndose capaz de «competir con cualquiera». Hasta los Juegos no había ganado a una top 10 y en las últimas semanas ha despegado de forma definitiva. El título en Indian Wells fue la prueba con la que constató que los cambios en su equipo y la nueva forma de trabajar iban en la dirección correcta. Badosa es valiente, agresiva y ha alcanzado una consistencia en la pista a nivel mental que es la clave de todo. «Creo que antes era realmente mala a nivel mental. Hace un par de años era la típica de la que se decía que podía jugar bien, pero... quizá el confinamiento me ayudó, porque estuve dos meses en casa y empecé a trabajar en eso, no quería escuchar más esos comentarios. Quería demostrar a la gente que se equivocaba. He pasado de ser muy mala a nivel mental a, quizá, ser una de las mejores en ese aspecto. Lucho por cada punto, no puedo aceptar no hacerlo y creo que eso ha sido un cambio increíble porque mejorar a nivel mental es lo más difícil», comenta. Al cambio en su cabeza se ha unido una mejora evidente a nivel físico desde que trabaja con David Antona, un ex campeón de España de salto de altura.

Badosa es una novata a estas alturas a diferencia de lo que sucede con Garbiñe. Hace seis años, Muguruza ya jugó unas semifinales que perdió ante Radwanska. La actual jugadora tiene poco que ver con aquella. «Tengo más experiencia. Ahorro la energía que necesito para cuando la necesito, soy más inteligente y no demasiado emocional. Comencé el torneo con una derrota, pero me dije que no importaba, que tenía posibilidades», asegura. Derrotó a Krejcikova y a Kontaveit y ahora la espera Badosa en un duelo inédito. «Hemos hablado, nos conocemos un poco más. Ella siempre ha tenido talento y ahora está armando el rompecabezas. Es bonito que se haya fijado en mí. Una no piensa que inspira a la gente, pero cuando te lo dicen es un gran reconocimiento», comenta. Si alcanzara la final escalaría al número tres del mundo.