Tenis
La loca y brutal reacción de Kyrgios tras perder en el Us Open, que Nadal nunca haría
El jugador australiano fue derrotado por Karen Khachanov y no pudo aguantarlo. “Estoy devastado, me siento una mierda”
Karen Khachanov celebraba su victoria por 7-5, 4-6, 7-5, 6-7 (3) y 6-4 ante Nick Kyrgios, y ningún espectador le miraba. Todos se fijaban en el australiano y lo que estaba haciendo. Había perdido la cabeza, otra vez en este torneo y con furia y desatado, golpeaba el suelo con su raqueta, como si se hubiese acabado el mundo o hubiese recibido la peor noticia que le podían contar.Y más o menos era así como se sentía después de competir fenomenal estas semanas: “Ahora las derrotas duelen más, ahora mismo me siento como una mierda, siento que he defraudado a mucha gente”, explicaba después del partido “No sé, imagino que volveré a jugar en Tokio, pero no lo sé. De verdad siento que estos cuatro torneos ya son los únicos que me van a importar, es como si tuvieras que empezar otra vez de cero hasta que llegue el Open de Australia en enero. Todo ahora es devastador, desgarrador, no solo para mí, sino para todos los que conozco que estaban esperando que ganase”.
Lo sufrió su raqueta, a la que dio golpes como si fuera la culpable de su derrota. La golpeó y la golpeó. Y cuando la tiró lejos, destrozada, cogió la otra y continúo. Dos raquetas destrozadas por su rabia.
Kyrgios es un gran jugador, pero son esos accesos de rabia los que le confunden y no sabe controlar. El ejemplo contrario es Rafa Nadal, al que, cuando entrenaba de niño Toni, le avisó de lo que iba a pasar si rompía una raqueta: “Rompe una raqueta y dejaré de ser tu entrenador”. Y nunca ha roto algo tan valioso para un tenista como el objeto que le da todo,
Pero es que Kyrgios es un tenista diferente para lo bueno, pero también para lo malo. Ese adiós furioso fue su despedida en Flushing Meadows. Fueron uno cuartos de final de alta calidad que comenzaron el martes por la noche y concluyeron más de 3 horas y media después, pero perdió y eso, a veces, es lo único que importa. Y más ahora, que tan concentrado está en el juego: “Estoy devastado, sentía que para mí era un todo o nada en este torneo, así que siento que he fallado”, decía el finalista de Wimbledon. Le ha cambiado tanto la mentalidad, va tan en serio que perder es casi morir. “Obviamente, estoy devastado, pero todo el crédito para Karen, es un luchador, un guerrero, hoy creo que sacó muy bien. Probablemente haya sido el mejor sacador contra el que me haya enfrentado en el torneo, fue increíble la forma en que golpeó bajo presión desde cada lugar de la pista. Simplemente, jugó muy bien los puntos importantes, no había nada que hacer con esto”, continuó.
Es un Kyrgios que hasta emociona por el interés que pone en ganar: “La verdad, ahora mismo no me importa si juego o no más torneos. Me siento bien en los Grand Slams, ahora estoy teniendo éxito en estos torneos, siento como si ningún otro torneo me importa”, decía tras su derrota, como si no hubiese futuro. “La sensación de mejorar o empeorar no vale nada si luego en los Grand Slams no cumples, aquí es donde ganas o pierdes, a la gente no le importa si has mejorar en el día a día, o si perdiste en cuatro sets, o si jugaste uno de tus mejores partidos. Has perdido, punto”, continuaba más competitivo que nunca. “Esto es todo lo que la gente recuerda en un Grand Slam, si ganas o pierdes. Creo que casi todos los demás torneos durante el año son una pérdida de tiempo, uno debería correr y presentarse en los Grand Slams, eso es lo que se recuerda”.
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