Tenis

Alcaraz descubre y sortea las trampas de Wimbledon: gana al sacador Jarry y ya está en octavos

"La primera semana en Wimbledon es peligrosa si te toca un sacador", se suele decir. Carlos lo descubrió y lo sorteó: ganó a Jarry (6-3, 6-7 [6/8], 6-3 y 7-5) y está en octavos. Davidovich cae ante Rune

Spain's Carlos Alcaraz reacts after winning a point against Chile's Nicolas Jarry in a men's singles match on day six of the Wimbledon tennis championships in London, Saturday, July 8, 2023. (AP Photo/Alastair Grant)
Carlos Alcaraz ya está en octavos de Winbledon tras vencer a JarryASSOCIATED PRESSAgencia AP

Carlos Alcaraz, número uno del mundo. Suena fuerte y lo es, pero con sus 20 años, todavía está en la época de descubrir muchas cosas que esconde el circuito. Wimbledon, por ejemplo, es una trampa. Siempre se dice que las primeras rondas son peligrosísimas para los grandes favoritos en la hierba londinense, porque en el camino puede aparecer un gran sacador que convierta la jornada en una pesadilla. El césped no da tregua cuando delante hay un tenista capaz de servir constantemente a 200 kilómetros por hora. "Te puede ganar cualquiera, aunque seas superior desde el fondo de la pista", resume esa sensación el ruso Andrey Rublev.

Lo que hay que cultivar es la paciencia, y Alcaraz lo hizo ante el chileno Nicolás Jarry, para sacarse de encima un partido complicadísimo que duró casi cuatro horas: 6-3, 6-7 (6/8), 6-3 y 7-5. Carlos fue al dentista y consiguió salir con una sonrisa.

"Nico es un jugador realmente bueno y jugó muy bien. Ha sido realmente duro", aseguró Alcaraz al final del partido, y demostró que salió a la pista con la lección aprendida de antemano. "Tenía que concentrarme. Sabía que tendría mis oportunidades. La clave es creer y mantener la concentración todo el tiempo", añadió. Son partidos en los que muchos de los juegos al resto se resuelven en uno o dos minutos y lo máximo de bola que puedes tocar es con la caña. Es un trabajo psicológico importante: no frustrarse y esperar un mejor momento. En el primer set, la primera vez que vio el momento Carlos lo aprovechó y con eso fue suficiente para empezar con ventaja. Pero al encuentro le quedaba mucho, porque Jarry sabe hacer muchas cosas más además de servir muy bien. Alcaraz tiene un segundo saque buenísimo, por el efecto que le da a la pelota, que bota y sube y se te echa encima, pero ese efecto en hierba pierde eficacia. Además, contra un oponente que mide casi dos metros, es ponerle la bola a la altura perfecta. Cuando otros tiene que golpear por encima del hombro, el chileno lo hacía a la altura de la cintura o sólo un poco más alto, de arriba abajo, un martillazo.

Siempre una amenaza

Tenía que estar, por tanto, concentrado también el español con su servicio y en un momento de despiste se vio con el segundo set ya cuesta arriba. Cualquiera podría haber medido fuerzas y dejarse ir para ponerlo todo en el siguiente parcial, el murciano no dejó de intentarlo y cuando parecía que había hecho lo más difícil, que era recuperar la rotura, no pudo culminarlo. Jarry seguía teniendo el arma del servicio, y con eso y una buena derecha como siguiente golpe se puede llegar al fin del mundo. Fue una batalla extraordinaria de 75 minutos que finalmente el chileno logró sacar, para poner el 1-1.

Era otro desafío para Alcaraz: reponerse de golpes como ese. En realidad, sólo tuvo fácil Carlos el tercer parcial, ya que después la pelea continuó de tú a tú en el cuarto y Jarry otra vez se puso con un break de ventaja. De nuevo le tocaba remar al pupilo de Juan Carlos Ferrero contra los tiros que venían a 200 kilómetros por hora, pero ni un respiro le dio el español a su oponente. Siempre atento y amenazante, al final logró recuperar esa desventaja y esta vez no la dejó escapar. El número uno del mundo también está comprobando que la hierba es la superficie en la que la que el espectáculo tiene que limitarse. Es más difícil hacer dejadas o acelerar la derecha (también lo logra, en ocasiones, eh) y hay que ser más práctico. Así se ha metido por segundo año consecutivo en octavos.

Davidovich perdona a Rune

Alejandro Davidovich lo tuvo en la mano, pero no supo rematar a Holger Rune, en un partidazo de cuatro horas que terminó llevándose el danés por: 6-3, 4-6, 3-6, 6-4 y 7-6 (10/8). La primera posibilidad de llevarse el partido fue con 5-4 y 15-40 en el quinto set: una pelota definitiva se quedó en la red por poco, estuvo cerca, en una derecha en carrera; la segunda no la pudo jugar el malagueño por un gran servicio. Pero en el súper tie break hubo más: 8-5 para el español después de un globo increíble, a dos pasos, pero se vino abajo y con 8-8 tomó la mala decisión de hacer un saque por abajo. Lo perdió y Rune sí aprovechó su momento.