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Caracas

Garbiñe Muguruza, promesa indecisa

La tenista española Garbine Muguruza
La tenista española Garbine Muguruzalarazon

Conchita Martínez anunció ayer en Sevilla la composición del equipo español de Fed Cup, la versión femenina de la Copa Davis, que se medirá a la República Checa en los cuartos de final de la competición los próximos 8 y 9 de febrero en la capital andaluza: Carla Suárez, María Teresa Torró, Silvia Soler y Lara Arruabarrena. Falta la sensación del inicio de temporada, Garbiñe Muguruza, trigésima cuarta jugadora mundial, segunda raqueta española, revelación del Abierto de Australia y reciente campeona del torneo de Hobart, en Tasmania, después de barrer en la final (6-4 y 6-0) a Klara Zakopalova, una de las componentes del combinado checo. Aunque nacida en Caracas de madre venezolana, esta prometedora tenista de veinte años reside en Barcelona desde muy niña y se ha formado en la academia Bruguera de Barcelona. Su entrenador es Alejo Mancisidor. Su padre es un empresario vasco con negocios en el país sudamericano a quien el régimen de Nicolás Maduro está tentando para que Garbiñe juegue bajo pabellón venezolano. Conchita Martínez fue ayer diplomática al decir que "durante 2014 va a seguir valorando si juega para un país u otro pero tendrá que decidirse sí o sí en 2015 porque para jugar los Juegos Olímpicos"debe disputar la Copa Federación al menos dos años en el cuatrienio de lam olimpiada. La normativa en este punto es inflexible: la vigente campeona de Wimbledon, Marion Bartoli, no participó en los Juegos de 2012, que se celebraron precisamente en las pistas del All England Club, por negarse a jugar esta competición con Francia por desacuerdos con el capitán. Pidió una invitación pero el COI se la denegó pese a su condición de "top ten". La capitana española lleva meses negociando con la jugadora y su entorno pero se limita a poner cara de póker cuando se le pregunta por las posibilidades de convencerla. "Me encantaría porque es una chica con mucha proyección pero hay que esperar". El presidente de la Real Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, empieza por decir que es "optimista"pero teme que terminen por imponerse las malas artes del gobierno venezolano. "Sus hermanos residen allí y el padre tiene empresas en el país pero ella vive en España desde siempre... es complicado. He hablado con el Consejo Superior de Deportes pero sabemos la situación económica del deporte español. Las ayudas son las del plan ADO pero si quiere acceder a ellas, hay que empezar a tramitarlas ya". Natural de Eibar, el padre de la tenista se instaló con 26 años en Caracas, donde prosperó como empresario siderúrgico. Casado con la venezolana Scarlett, tuvo dos hijos mayores que Garbiñe, que se inició en el tenis

viendo jugar a sus hermanos Asier e Igor. El nombre vascuence de los tres vástagos del matrimonio Muguruza Blanco y alguna noticia procedente del

entorno del patriarca hace sospechar a las autoridades deportivas españolas del escaso interés de la familia por ver a la tenista competir bajo la bandera nacional. Ella, sin embargo, siempre se ha mostrado diplomática y a la pregunta directa ha respondido con un enigmático "es difícil querer más a

papá o a mamá".

El otro temor español es que en los regímenes de inspiración marxista como el venezolano, el deporte es una cuestión de estado. Para garantizarle un volante en la Fórmula Uno al piloto Pastor Maldonado, la petrolera estatal PDVSA firma jugosos contratos de patrocinio con las escuderías que lo

enrolan. Garbiñe Muguruza sabe lo que, en palabras de Escañuela, le ofrece España: "Una estructura de primer nivel, mientras que el tenis en Venezuela es prácticamente inexistente". Luis Contreras, su homólogo venezolano, dijo hace unos días que para atraer a la jugadora hacia su país natal "tenemos que orar. Es una muchacha que está creciendo en el tenis mundial y estimularía el crecimiento del tenis venezolano". Lo necesitan, porque Venezuela se presentará en Paraguay para disputar la eliminatoria de su grupo zonal de Fed Cup con un equipo liderado por Adriana Pérez y Andrea Gámiz, clasificadas respectivamente en los puestos 191 y 299 del ranking de la WTA.