Tenis

Hamad Medjedovic, "ahijado" de Djokovic y próximo rival de Alcaraz: "Tiene una velocidad de bola por encima de la media"

El español Jorge Aguirre, que entrena al serbio en la Higuerón Tennis Center de Málaga, describe a su jugador, de la misma generación que Alcaraz (2003) y que ya fue rival del murciano de niño

Hamad Medjedovic
Hamad MedjedovicJULIEN DE ROSA AFP

En las estadísticas oficiales de la ATP no figura ningún duelo entre Carlos Alcaraz y Hamad Medjedovic, pero el español y el serbio sí saben lo que es enfrentarse en un partido. Hay que retroceder a 2013, a la Smrikva Bowl, torneo que se disputa en Croacia, en Pula, y que es considerado el Mundial sub 10. Carlos ya había cumplido esa edad, los 10, a Hamad todavía le quedaban unos días, pero los dos son de la misma generación, de 2003. Eran las semifinales. «Fueron al supertiebreak del tercero y Hamad iba 9-1 arriba, pero le ganó Alcaraz», recuerda Alejandro Turriziani, otro de los españoles que estuvo allí, que además se proclamó campeón, venciendo en la final a Carlos.

El resultado de aquel encuentro de semifinales fue 4-2, 3-5 y 13-11. Muchos de los chicos que jugaron ese campeonato se quedaron en el camino, pero Alcaraz y Medjedovic han llegado a la élite y hoy vuelven a encontrarse en la tercera ronda del Masters 1.000 de Cincinnati.

El murciano ha tenido un ascenso meteórico, precoz en casi todos sus logros; el serbio ha dado pasos de forma más lógica y está en una temporada muy importante, con un entrenador español, Jorge Aguirre, el hombre que dirigió la carrera de Alejandro Davidovich desde niño hasta convertirlo en el número 21 del mundo y finalista en Montecarlo. Separaron sus caminos en mayo de 2024. “Hamad, que compartía mánager con Alejandro, ganó la Next Gen (el Torneo de Maestros para menores de 21 años) en 2023 (Alcaraz lo hizo en 2021) y en Serbia se esperaba que ya el año pasado hubiese explotado. Pero las circunstancias, una mala gestión de la presión... Por lo que sea, en vez de explotar, se quedó estancadito y fue un poquito para abajo. Estaba 156 del mundo y el mánager me llamó y me dijo que podía ayudar a reconducir a este chico que es muy bueno”, recuerda Aguirre, director de la Higuerón Tennis Center, en Fuengirola, Málaga, un club en crecimiento por el que se ha visto a Hubert Hurkacz o que también tiene como sede la canadiense Leylah Fernández.

“Hamad vino a la academia, estuvimos con él una semana y media, y me encantó, tanto personal como deportivamente. Un poco percibí lo que podía estarle pasando”, añade Jorge. Se estaba acabando 2024 y en el primer torneo al que acudieron juntos, el ATP 250 de Belgrado, que el serbio jugó con invitación, llegó a la final. “Ganó a Cerundolo, Nakashima, Kovacevic, Djere... Yo creo que este año se puede consolidar cerca del top 50, y el que viene puede empezar a pensar un poco en grande”, opina el técnico español. Ahora mismo es el 72 del mundo (en abril llegó a ser el 61), en un curso algo interrumpido por pequeñas lesiones, en el que ha sido finalista en Marsella, ha sido campeón del Challenger de Oeiras y ha tenido victorias sobre jugadores como Rune, Khachanov, Medvedev o Tsitisipas, al que derrotó en Doha disputando los últimos juegos literalmente cojo (no pudo presentarse a la siguiente ronda, los octavos).

"Tiene carisma, ese aura de bueno"

JORGE AGUIRRE (ENTRENADOR DE MEDJEDOVIC)

“Y contra Ruud en Barcelona fue un partido muy cerrado y se le escapa un poco por inexperiencia. Va haciendo y cuando se junte un poco más de experiencia con su potencial, para mí va a ser un jugador a tener en cuenta”, piensa Jorge Aguirre, que pasa a analizar algunas de las cualidades de su pupilo: “Destaca su saque y su velocidad de bola general. Tiene una velocidad de pelota que llama la atención, un poquito más que la media de jugadores. Creo que tiene carisma, ese aura de bueno, y entre todos hay que ayudarlo. Estamos muy contentos con él aquí y él está feliz en Málaga, donde está viviendo y ha hecho base”. En Málaga pasa ratos con el mejor tenista de la historia, que es su compatriota. “Djokovic me llamó cuando se enteró de que igual yo iba a empezar con él, porque está ayudando desde jovencito a Hamad. Son muy cercanos y se llevan muy bien”, finaliza Aguirre.