Tenis

Nadal o el arte de saber ganar con lo que tienes: así cambió su juego para superar a De Miñaur

El balear ya puede sacar bien, pero todavía le cuesta hacer algunos movimientos. Llevó la locura a la Caja Mágica con su triunfo sobre el 11 del mundo. Después, puso calma: "Todavía estoy lejos de aspirar a cosas que la gente cree"

Rafa Nadal, durante su partido de segunda ronda del Mutua Madrid Open ante De Miñaur
Rafa Nadal, durante su partido de segunda ronda del Mutua Madrid Open ante De MiñaurGonzalo Pérez

"Viva el rey", se escuchaba en la grada del estadio Manolo Santana. En uno de los palcos estaba Felipe VI, pero el rey de la Caja Mágica es Rafa Nadal, y el balear sigue muy vivo en el Mutua Madrid Open, después de derrotar en segunda ronda a Álex de Miñaur.

El rival que lo había superado hace apenas unos días en el Godó hincó la rodilla esta vez por 7-6 (8/6) y 6-3. En el momento en el que se encuentra el ganador de 22 Grand Slams todo se vive de manera especial, porque puede ser la última vez. El zurdo no dice la palabra "retirada", está pendiente de las señales de su cuerpo y, si este responde, ¿por qué no seguir? Pero es verdad que lleva tiempo sin estar como le gustaría. Sí habla de que lo vive todo como si fuera esa última vez, por si acaso, y este partido podía ser el de la despedida de Rafa de Madrid: por el oponente que tenía y porque no está al cien por cien tras un año y medio en el que ha sido feliz en lo personal, con su paternidad entre otras cosas, pero en lo tenístico le ha pasado de todo, muchas lesiones y pocos partidos e incluso pocos entrenamientos de calidad.

Vivir algo único

Los que fueran a ver el último baile de Rafa en la capital de España no lo hicieron, y se marcharon encantados por ello. Fue otro de esos partidos con cierta épica de tantos que ha protagonizado el balear en su carrera, con drama, sobre todo cuando en el tie break del primer set vio cómo le remontaban un 6-2, cuatro pelotas de parcial, para después ganarlo con una bola que rozó en la cinta y pasó para tocar la línea y con un punto largo. Fue uno de los momentos de locura que se vivió en la pista principal del torneo. En realidad hubo unos cuantos. Lo que ha conseguido Nadal es que cuando los aficionados ven uno de sus partidos se van a casa con la sensación de haber presenciado algo único.

La lógica de Nadal

Rafa ganó al once del mundo y una lógica podría llevar a pensar: de seguir así, ¿por qué no puede volver a triunfar en Roland Garros? Pero la lógica del tenista es poner calma. "El deporte tiene una cosa fantástica y es que emociona a la gente. Tiger es uno de mis ídolos y al verle hacer birdie en el primer hoyo el otro día en Augusta, me emociono, pero son cuatro días de competición [después, no le fue bien]. Esto es sólo un partido y en dos días hay otro. El vaso de energía se llena, he podido jugar un partido de dos horas siendo competitivo, pero creo que hoy estoy lejos de poder aspirar a cosas que la gente cree. Aunque he dado un paso adelante y si estoy aquí es porque tengo esperanza", dice.

"Creo que hoy estoy lejos de aspirar a cosas que la gente cree"

RAFAEL NADAL

El paso adelante supone que haga cosas que hace una semana no podía. No fue el Nadal imponente de su mejor momento, pero sí fue un Nadal competitivo que además sabe reinventarse en su situación o adaptarse a ella. Si no puede ganar por aplastamiento, lo hace por táctica, parando el tiempo, haciendo que todo vaya más despacio. "Todavía no puedo hacer movimientos de forma acelerada, necesito jugar un poco más lento", explicó. Con cambios de altura, un revés paralelo alto por aquí, una derecha al ángulo, fue volviendo loco a De Miñaur, y en cuanto podía, eso sí, bolas seleccionadas, la derecha paralela con todo o el revés cruzado con el que sí se quedó a gusto. El primer set fue una montaña rusa. Logró un break de salida, se lo recuperó de Miñaur, que luego se puso con rotura arriba, aunque se la neutralizó el español. En el tie break fue mejor y pese a las dudas finales, lo sacó adelante.

Recuperar la confianza en su cuerpo

En el segundo parcial, ya con más confianza, mandó desde el comienzo y supo mantener la ventaja. Durante todo el encuentro pudo sacar bien. "Eso es algo que la semana pasada no pude hacer. Tampoco puedo hacer el burro porque la musculatura se tiene que adaptar, pero esta semana ha sido una preocupación menos", reconoció. Una preocupación menos, un paso más. "Primero tengo que recuperar la confianza en mi cuerpo, es normal que no la tenga después de lo que me ha pasado, y después, en mí mismo a nivel tenístico y en todos los sentidos", aseguró Rafa.

En otros resultados, Carballés perdió con Bublik (1-6, 6-2 y 6-2), Bautista con Khachanovc (3-6, 6-3 y 7-5) ySorribes venció a Azarenka (7-6 [7/0] y 6-3).