El Real Madrid se sintió ganador del clásico y enganchado a la Liga cuando Marco Asensio marcó el que era el segundo gol madridista que le daba de momento la victoria y, de paso, las opciones de seguir peleando por la Liga. Pero todo era un espejismo revelado por el VAR. Marcó Kessié y el Real Madrid acumula ya tres derrotas en los tres últimos clásicos.

El primero, en la Supercopa, donde el Real Madrid se vio claramente inferior al Barcelona. Fue ese partido el que marcó el despegue de los azulgrana en la Liga, aunque no han podido confirmarlo en el resto de competiciones.

Después llegó la derrota en Copa en el Bernabéu, en el que el Barcelona se encerró atrás como si fuera un equipo pequeño y decidió un gol de Kessié. En ninguno de los dos partidos se pudo ver el desequilibrio de Vinicius que tanto ha aportado al Real Madrid esta temporada.

«Creo que en general hemos sido superiores», reconocía Xavi después de su tercera victoria consecutiva contra el Real Madrid. «Hemos merecido ganar, el partido estaba ganado», respondía Ancelotti. «El partido ha sido muy bueno para nuestra confianza en la temporada», añadía el técnico italiano.

Para eso le sirve esta derrota al Real Madrid, para centrarse en la Copa de Europa y para rearmarse moralmente para la Copa del Rey, en la que aún tiene pendiente el partido de vuelta en el Camp Nou.

La sensación es muy diferente a la que le quedó al Real Madrid después de la derrota en la Supercopa. «Las dudas llegaron después de ese partido», reconoce Ancelotti. «Nos costó mucho el mes de enero», añade Carletto. Aquel fue el peor momento del Real Madrid y el momento en que llegó la exhibición del Barcelona.

Hay otro dato estadístico que añade moral al Real Madrid. Cada derrota ha llegado en un escenario diferente. El primero, el de la Supercopa, lo perdió en Arabia. El de Copa, en el Bernabéu y ahora el de Liga, en el Camp Nou.

El Real Madrid ya ganó el clásico de la primera vuelta en el Bernabéu y ahora quiere devolvérsela al Barcelona en su estadio.