Economía
The White Angel Andorra: lujo y confort ibicenco en alta montaña
OD Real Estate invertirá más de 100 millones de euros en una promoción de 160 viviendas en pleno corazón de los Pirineos
El atractivo natural y cultural de Andorra es innegable. Pocos lugares en el mundo tienen la suerte de ofrecer una variedad de ocio y experiencias como la del Principado en plena alta montaña. El amplio abanico de actividades va desde los ya conocidos fines de semana de compras en la capital, y de esquí en sus más de 300 kilómetros de pistas de nieve, hasta inmersiones submarinas en lagos ubicados a 2.000 metros de altura. Ahora, gracias a su rápida transformación fiscal y a su transparencia financiera, se trata de un país que acaba de nacer para la inversión extranjera por parte del sector inmobiliario.
OD Group, el holding ibicenco de empresas especializado en turismo, llevará su marca más exclusiva fuera de España con The White Angel Andorra. Con una inversión que superará los 100 millones de euros, el grupo dirigido por Marc Rahola Matutes aterriza en el Principado con una promoción de 160 viviendas en la capital del enclave pirenaico. OD Real Estate, la división inmobiliaria de OD Group, levantará tres torres independientes de ocho plantas de altura y un edificio lineal en una parcela de casi 10.500 metros cuadrados ubicada a apenas cinco minutos del centro de Andorra la Vieja. La disposición de los edificios deja espacio, además, para una zona ajardinada en la parte central de la urbanización y un edificio anexo con gimnasio y spa para uso exclusivo de los propietarios. Las obras comenzarán durante el primer cuatrimestre de 2020 y durarán unos dos años y medio. El tamaño de las viviendas será generoso e irá desde 115 metros cuadrados hasta metros. De las 160 viviendas del proyecto, 31 serán de dos dormitorios, 98 de tres, 19 de cuatro y 12 de cinco, con un precio que ronda de media los 4.800 euros/m². Es decir, los clientes encontrarán una gran oferta entre los 460.000 euros y los 500.000 euros, según indicó Jorge Juan, director de OD Real Estate.
El valor del tiempo
“Lujo” es una palabra tabú en The White Angel. Y no porque su producto no merezca esta denominación, sino porque prefieren centrarse en el confort de sus clientes. Con este proyecto, el holding traslada a Andorra su concepto de “viviendas vivas” que ya ha desarrollado con éxito en Ibiza y Baqueira (Lérida). “La promoción residencial está dirigida a un público para el que el valor del tiempo es fundamental", explica Marc Rahola Matutes, fundador y director ejecutivo de OD Group. Es consciente de que el cliente hoy en día es más exigente que nunca. De hecho, este proyecto surge con el propósito de satisfacer las necesidades de los futuros vecinos, que lo que quieren es "poder disfrutar de su casa, de su familia y de su tiempo de la mejor forma”, añade Jorge Juan.
¿Y cómo se consigue llevar el servicio de un hotel a una vivienda particular? A través de su división OD Services, los residentes de The White Angel podrán acceder a todo tipo de servicios, como mantenimiento de las zonas comunes y seguridad 24 horas. Además, de forma opcional, los vecinos disponen de servicios de limpieza en su vivienda, lavandería, decoración, traslado a aeropuertos y estaciones de esquí, asesoramiento fiscal, mantenimiento de vehículos, oferta de actividades o servicios de fisioterapia, entre otros. Estos últimos no están incluidos en la cuota de comunidad, que rondará los 165 euros.
Este valor añadido es lo que diferencia a The White Angel del resto de competidores. “Los materiales, como el suelo o la iluminación, son elementos tangibles que se pueden copiar. Lo que nunca puede copiarse es lo intangible, que es lo que le da el alma al producto”, comentó Jorge Juan.
La llegada a Andorra no es ni mucho menos casual. Gracias a su proceso de transformación fiscal, el Principado “aúna todos los ingredientes”, explicó Rahola Matutes durante la presentación. “Hasta hace unos años, Andorra estaba al margen de la realidad del “real estate”, pero no dejaba de tener un interés muy claro”. Al nuevo escenario fiscal y financiero se le suma una serie de ingredientes que incrementa el interés de los inversores, como una atractiva propuesta de “retail”, de pistas de esquí, una “experiencia” bancaria importante y una muy baja tasa de delincuencia.
Por su parte, el ciudadano andorrano recibe a The White Angel “con alegría porque hay una necesidad muy importante de bien inmueble en el país”, según Jan Aramburu, gerente de The White Angel Andorra. El elevado precio de la vivienda de alquiler es un grave problema en este enclave para el que la principal solución es la llegada de obra nueva que equilibre la oferta y la demanda. Respecto a futuros proyectos, en la mente de Rahola está llevar la marca a Madrid, Barcelona, Palma o incluso a otros lugares más allá de la frontera española. Es algo que no descarta que ocurra en el futuro, solo falta que llegue “la oportunidad”.
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