La economía española retrocede a niveles de 2014

Las previsiones económicas del Gobierno definitivamente no se cumplirán. Muchas fueron las advertencias recibidas por parte de diferentes organismos nacionales e internacionales, que fueron desoídas sin pestañear. Pero ahora ha sido el Instituto Nacional de Estadística (INE) el que lo ha confirmado con la publicación de las cuentas de la Contabilidad Nacional: España crece un 1,9%, dos décimas por debajo de la meta marcada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y que traslada a la contabilidad nacional a valores de 2014.

La economía nacional se elevó un 0,4% en el tercer trimestre, con lo que se confirma el menor ritmo de crecimiento en tres años. En el acumulado anual, el PIB creció un 1,9%, una décima menos que lo estimado por el Banco de España y por la estadística del INE para todo el año, y dos menos que el crecimiento previsto por el Gobierno en el Plan Presupuestario remitido a Bruselas, que lo situó en el 2,1%. Precisamente, ha sido la Comisión Europea la que más ajustó sus estimaciones, al acertar de pleno con ese 1,9%. Pese a que la economía española acumula 24 trimestres consecutivos de tasas de crecimiento positivas, la ralentización en la mayoría de indicadores es evidente. Se ha pasado de un crecimiento del 4,2% en 2015 al reseñado 1,9% en diciembre de 2019, una pérdida de 2,3 puntos en apenas cuatro ejercicios.

La demanda interna tira del carro

Los datos de Contabilidad Nacional muestran que la demanda interna –el consumo interno y la inversión– es la que está manteniendo el peso del crecimiento, al contribuir con seis décimas más que en el trimestre anterior, para avanzar 1,8 puntos gracias al «efecto verano» del turismo y las rebajas. En el sentido opuesto se sitúa la demanda externa –importaciones y exportaciones–, que tan solo aportó un 0,1 puntos al total, siete décimas menos. Las exportaciones volvieron a sufrir un estancamiento, frente al avance del 1,5% del trimestre anterior, mientras que las importaciones aceleraron su ritmo hasta el 1,8%, siete décimas más.

Malos datos también para el sector de la vivienda, La inversión entró en cifras negativas tras retroceder un 0,3% en el trimestre. Pese a ello, el sector de la construcción gana un 2,4% gracias al número de proyectos en curso al albur de las buenas perspectivas que se tenían hace apenas dos ejercicios, aunque ha perdido más de cuatro puntos respecto al primer trimestre del año.

Mejores perspectivas presentó la industria, que tras encadenar un año sin apenas crecimiento o con tasas negativas logró elevarse un 1,2%, incluida la industria manufacturera, que contribuyó con seis décimas al PIB. La inversión en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento ganó un 4,8%, en contraste con el descenso del 1,1% del segundo trimestre.

Mal comportamiento sigue mostrando el empleo, que pese a registrar un avance del 1,8%, son siete décimas menos que en el trimestre anterior, con la tasa de crecimiento interanual más baja desde septiembre de 2014. Esto supone que solo se han creado 332.000 empleos netos a tiempo completo este año. También siguen creciendo los costes laborales, que se elevan un 2,1%, 1,7 puntos más que en septiembre de 2018.

Presupuestos prorrogados

Al hilo de las previsiones del INE, la Cámara de Comercio de España estima que la economía nacional tiende «a la desaceleración» tras constatar que la ralentización se ha trasladado «de forma más intensa al mercado de trabajo», y sus previsiones apuntan a un avance del 2% este año y del 1,7% en 2020, con una desviación de déficit en 2019 «por culpa de la inestabilidad política y la prórroga presupuestaria».

Precisamente, los Presupuestos Generales elaborados por Cristóbal Montoro para el Gobierno de Mariano Rajoy se prorrogarán mañana automáticamente, a la espera de que un Ejecutivo sea investido y goce de plenas facultades para presentar un proyecto de ley con unas cuentas públicas nuevas en 2020. Será la primera vez en la historia que unos presupuestos –que ascienden a 277.933 millones de euros– sean prorrogados por segunda vez consecutiva.