Pobreza

Más de 12 millones de personas en España, en riesgo de pobreza

El 25% de los españoles vive en situación de exclusión social. Las personas en situación de pobreza aumentaron en 711.600 personas desde 2009. Los hogares con mayores, los más vulnerables según el Banco de España

Monedas en las manos de una persona mayor
Monedas en las manos de una persona mayorlarazonLa Razón

Los ingresos anuales, la actividad laboral y la capacidad para hacer frente a los gastos de una hipoteca, alquiler, así como poder tener la casa caliente son algunos de los retos imposibles a los que tiene que hacer frente más del 25% de la población en España que se encuentra en situación de pobreza o exclusión social. Este dato supone cerca de 12 millones de personas o, lo que es lo mismo, 4,5 millones de hogares, según el último artículo «La población en riesgo de pobreza o exclusión social en España, según la definición del Consejo Europeo», publicado por el Banco de España. Pese a que los niveles de riesgo de pobreza en nuestro país se han ido reduciendo desde 2013, las cifras que dibuja el Banco de España son de 711.600 pobres más que en 2009. Un balance que ha provocado la intervención del Gobierno en esta materia con el objetivo de reducir en 1,4 millones las personas en riesgo de pobreza en 2020, hasta alcanzar los 9,9 millones, tal y como aprobó el Consejo Europeo para la Estrategia de este mismo año.

El Banco de España indica que el porcentaje de personas en riesgo de pobreza se mantuvo relativamente estable durante 2005-2008 y se incrementó durante los años más severos de la crisis financiera global, especialmente entre 2009 y 2013. Desde entonces, el dato se ha reducido en línea con la recuperación de la actividad y del empleo. Sin embargo, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos advierte de que esta mejoría aún no ha permitido devolver los niveles de esta medida de riesgo de exclusión en España a sus registros precrisis.

Personas en riesgo de pobreza o exclusión social en España (INE)EPDATA05/03/2020
Personas en riesgo de pobreza o exclusión social en España (INE)EPDATA05/03/2020larazonEPDATA

Uno de los factores atribuidos a la escasa mejoría son los ingresos anuales de los hogares. Un 20,5% de los hogares en España (3,8 millones) percibieron en 2018 unos ingresos inferiores al umbral de la pobreza definido por el Consejo Europeo. En este sentido, un hogar monoparental con un niño cuenta con un umbral de 11.532 euros anuales y de 15.968 euros para un hogar con dos adultos y un niño. En el caso de un hogar con dos adultos y dos niños, el umbral de pobreza se situaría en 18.629 euros anuales. Así, «todos los hogares en los que viven niños y adolescentes tienen tasas más altas que aquellos donde hay adultos solamente», señala Pilar Llacer, profesora de recursos humanos de EAE Business School.

Partiendo del criterio tomado por el Banco de España para realizar el estudio, existen algunas diferencias entre los colectivos. En este sentido, el dato también resulta demoledor si se tiene en cuenta la edad del cabeza de familia puesto que, los hogares que disponen de unos ingresos por debajo del umbral de pobreza tienen una proporción mayor de cabezas de familia menores de 35 años. Mientras que los hogares con baja intensidad en el empleo tienen una proporción mayor, entre 35 y 64 años. Y los hogares con carencia material severa, es decir aquellos que no pueden hacer frente a los gastos de una hipoteca, alquiler o suministros, presentan una incidencia de mayor edad del cabeza de familia, entre 45 y 64 años.

Otro indicador en este debate es la situación laboral. En este sentido, destaca el porcentaje de hogares españoles con una limitada intensidad de empleo en términos de horas y días trabajados –con contratos temporales–, así como en situación de paro. Muchos de estos hogares tienen que dedicar parte de sus limitados ingresos a la manutención de dependientes menores o mayores que viven en el mismo hogar y son inactivos. Para combatir esta situación, Llacer advierte de que «es importante concienciar a todas las personas y tomar medidas a nivel institucional porque incidiendo en la capacidad de generar trabajo se podría reducir el riesgo de pobreza o exclusión». La clave de ello no es un empleo cualquiera, sino uno de tipo sostenible. Por ejemplo, «algunas empresas están tomando medidas relacionadas con la economía circular o colaborativa, y para evitar el desperdicio alimentario, no solo están incentivando medidas de donación, sino que están creando nuevos puestos de trabajo dedicados a éste área», apunta la experta. Con todo esto, el Banco de España advierte de que estas diferentes situaciones llaman a la necesidad de que «la desigualdad y la pobreza sean abordadas desde múltiples perspectivas, con el objetivo de lograr que las políticas económicas encaminadas a mitigarlas tengan un diseño apropiado».