Especiales

Agricultura

El campo necesita 150.000 temporeros

El campo se encomienda a estudiantes, afectados por ERTE o camareros en paro ante la falta de mano de obra especializada e inmigrante

La agricultura, el sector que no para pese al coronavirus
AME9480. SAN JOSÉ (COSTA RICA), 01/04/2020.- Agricultores transportan costales de cebolla el martes 31 de marzo en un huerto en la zona agrícola Tierra Blanca de Cartago, al este de San José (Costa Rica). En momentos en que el coronavirus COVID-19 tiene paralizada casi toda actividad, la agricultura mantiene su marcha para garantizar la seguridad alimentaria de la población y demuestra lo vital que resulta este sector, muchas veces olvidado. En los campos agrícolas de Costa Rica la actividad continúa con medidas preventivas para los trabajadores responsables de mantener a flote la producción de hortalizas, papas, flores, plantas ornamentales, frutas, café, arroz, entre otros. EFE/Jeffrey ArguedasJeffrey ArguedasEFE

El campo afronta semanas difíciles por la llegada de campañas en las que hará falta la mano de obra de unas 100.000 personas ante la ausencia de temporeros extranjeros debido al cierre de fronteras y el sector se encomienda a muchos gremios: estudiantes, afectados por los ERTE o camareros en paro. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calculado que el campo español necesita entre 100.000 y 150.000 trabajadores temporales para recoger las cosechas en las próximas semanas y estudia cómo compatibilizar su movilización con las restricciones implementadas para frenar la propagación del coronavirus. Aunque el Ejecutivo aún no ha definido medidas concretas, Planas sí avanzó que, con las restricciones que hay, tendrá que ser con mano de obra “de proximidad”.

Desde el sector agrario, tienen ya un listado de posibles soluciones para movilizar a ese personal necesario para asegurar la recogida de los frutos y evitar tanto pérdidas económicas como la puesta en riesgo del funcionamiento de una parte de la cadena alimentaria. Unas de las medidas que defienden casi al unísono es que el Gobierno permita a las personas que hayan sufrido un ERTE en su empresa por la COVID-19 compatibilizar el cobro de ese subsidio temporal con un trabajo en el campo. Uno de los que destaca la importancia de ese permiso es el responsable de Asuntos de la Unión Europea (UE) e Internacional de Cooperativas Agro-Alimentarias, Gabriel Trenzado, quien también propone medidas que pueden generar un “debate mayor”, como echar mano de inmigrantes “sin papeles” a los que incluso ese empleo les pueda servir para “justificar arraigo”. A pesar de todo, Trenzado es “pesimista” y duda que puedan cubrirse todos los puestos que dejan vacíos este año los extranjeros.

Desde Asaja, su presidente, Pedro Barato, ha señalado a Efe que los parados de “larga duración, muy localizados en Extremadura y Andalucía”, son una buena opción pero pide a las administraciones que “quiten trabas burocráticas” para facilitar su contratación. “Si no queremos tener problemas de abastecimiento a los mercados, hay que tomar medidas oportunas”, ha reseñado. En COAG, su responsable de Relaciones Laborales, Eduardo López, ha demandado el Gobierno central que “no restrinja” la entrada de temporeros comunitarios y “no se penalice” simultanear el cobro de un ERTE con el trabajo en el campo. López es también partidario de hacer un llamamiento a los estudiantes para que vayan al tajo y que eso les sea reconocido con un “incentivo en sus becas o una ampliación de las mismas” o echar mano de camareros que están ahora en paro debido a la situación. Fuentes de UPA, por su parte, inciden en que “cualquier” trabajador de otro sector que ahora mismo esté en el paro por el estado de alarma y pueda dedicar este tiempo a trabajar en la agricultura y obtener así unos ingresos “nos parece interesante y conveniente”. Piden que las administraciones lo faciliten porque la situación “podría complicarse” si se “alarga” el estado de alarma y comienzan campañas que son “muy demandantes” de mano de obra, como la fruta de hueso.