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Fusión CaixaBank y Bankia: en qué consiste una fusión bancaria

¿Por qué se producen?, ¿qué tipos hay?, ¿es un buen momento? LA RAZÓN aclara las principales dudas sobre las fusiones entre entidades bancarias

Oficinas bancarias de Bankia y CaixaBank en la calle Diego de León de Madrid
Oficinas bancarias de Bankia y CaixaBank en la calle Diego de León de MadridAlberto R. RoldánLa Razon

La fusión más importante del sector bancario español está a punto de producirse. En la medianoche del jueves, CaixaBank y Bankia confirmaron las negociaciones de una posible fusión. Esta vía es una forma de blindarse y reducir costes ante la crisis ocasionada por el Covid-19. La nueva entidad resultante de la fusión se convertiría en la mayor del sistema bancario español, con unos activos conjuntos de 663.000 millones de euros. Pero, tras las cifras y los anuncios hay todo un proceso de decisiones y sinergias desconocido para la mayoría. Por ello, Juan Abellán, profesor de EAE Business School, aclara las principales dudas sobre una fusión entre bancos.

Motivos para una fusión

El motivo principal de una fusión es la rentabilidad. Actualmente, los tipos de interés están tan bajos que la banca no tiene rentabilidad en sus negocios. La primera posibilidad para combatir esta situación es bajar costes, con ERE, prejubilaciones y cierre de oficinas, ya que “en torno al 60% de la cuenta de resultados de un banco son Recursos Humanos”, explica Juan Abellán, profesor del EAE Business School. Esta es la manera más efectiva que tiene la banca de reducir costes. Además, “con la digitalización de la banca cada vez es menos necesario tener tantas oficinas y es mejor una concentración”, añade. Ante la falta de una subida de los tipos de interés por el Covid-19 (y, por lo tanto, ante la falta de rentabilidad), a la banca española no le quedan más salidas que optar por las fusiones.

Tipos de fusiones

Hay dos tipos: fusión de reducción de costes y la de ampliación de negocio. La primera de ellas, aspira a alcanzar una mayor eficiencia. Para ello se buscan las sinergias, acciones que se puedan desarrollar de manera conjuntan. En el caso de CaixaBank y Bankia, “tienen sinergias sobre todo en Madrid y Valencia” y en sus servicios centrales, lo que podrá “suponer una importante reducción de costes”, explica Abellán. El ejemplo más habitual es la reducción del número de oficinas. Si en una misma zona de Madrid hay dos oficinas de Bankia y una de CaixaBank, estas quedarán reducidas a una, lo que también implica una reducción de personal que, además, estará más digitalizado y podrá dar servicio a más clientes por vía telemática. El segundo tipo de fusión, la de ampliación de capital, está destinada a la expansión de los bancos o compañías implicadas, y habitualmente también conlleva una reorganización para reducir costes.

Diferencia entre una fusión y una absorción

Una fusión es la suma de las acciones de las entidades y consiste en la integración de una o varias entidades en una sola. De la fusión surge un nuevo accionariado. Sin embargo, en una absorción se produce una compra y los accionistas de la entidad absorbida tendrían que recibir dinero por sus participaciones a través de una Oferta Pública de Adquisición (OPA).

¿Qué ocurre tras la firma de la fusión?

Se empieza desde arriba. El primer paso es crear equipos de trabajo donde se juntan el director de riesgos de CaixaBank con el director de riesgos de Bankia y, a partir de ahí, comienzan a buscar sinergias y dibujar cómo se hará efectiva la fusión. “El siguiente paso es elegir una sola tecnología para las dos entidades”, continúa explicando Abellán. En la elección predominará la eficiencia del sistema elegido sobre si esta tecnología pertenece a la empresa fusionada o a la que hace la fusión. La decisión quizás más visible para el cliente, pero una de las menos relevantes, es la reducción de oficinas, que es “negocio puro”, declara Abellán. Es decir, la continuidad de una u otra oficina, depende de su rentabilidad. Para la elección se tendrán en cuenta factores como si el local está en propiedad o en alquiler y su localización. A la vez se tomarán decisiones de marketing, como elegir la marca que prevalece. En cuanto a la selección de personal, la meritocracia será el criterio de selección principal. En cuanto a los accionistas, las acciones canjean su valor y se convierten en nuevas participaciones de la entidad resultante de la fusión.

¿De qué depende su éxito?

“Una fusión es eficaz en el momento en el que hay agilidad”, es decir, hay que tener visión de negocio y no enzarzarse en peleas continúas por el control de departamentos y su ubicación, señala Abellán. Un ejemplo de buena fusión sería la del Santander y Banco Popular, mientras que Liberbank y Unicaja jamás llegaron a hacer efectiva su fusión por este tipo de conflictos de poder. “La ventaja es que CaixaBank y Bankia tienen experiencia en fusiones y cuentan con muy buenos gestores”, apunta el profesor del EAE Business School.

¿Es buen momento para las fusiones?

Una fusión merma el capital de las entidades. Esta merma de capital estaba muy penalizada tanto por el mercado como por el Banco Central Europeo. “Sin embargo, ahora el Banco Central Europeo ha dicho que va a relajar las exigencias de capital frente a las fusiones, por lo que es el mejor momento para hacerlas”, subraya Juan Abellán. En el caso de CaixaBank y Bankia, el profesor del EAE Business School también considera que la fusión es buena para el Estado, ya que, al fin y al cabo “tiene la obligación de salir de Bankia”. El Estado pasará de tener el 61% de un banco a tener en torno al 13% o 14% y “ante Europa no es lo mismo ser el accionista mayoritario de un banco que tener un 13% con vistas a salida”, señala Abellán. En este escenario, “el Banco Central Europeo no tendría ningún problema en conceder una ampliación para la salida del Estado y así esperar cinco o seis años a que suban los tipos de interés y el valor de las acciones para deshacerse de la parte restante” y de esta manera obtener mayores beneficios, subraya el experto. Abellán también considera que esta fusión puede dar el pistoletazo de salida para otras, por ejemplo, Sabadell “está a tiro de hacer una fusión ya que ha vendido sus negocios más rentables”.

¿Es malo para la competencia?

“A la competencia no le afecta esta fusión”, sentencia Juan Abellán. “Entre otras cosas porque el sector bancario español es el sector más competitivo que hay en toda España”, añade. En el caso de que sigan produciéndose fusiones y acabe habiendo tres maxientidades “se pelearán entre ellas y seguirán sacando ofertas que sorprendan a los clientes”, apostilla.