Bankia

CaixaBank alcanza la cumbre bancaria española tras una década de compras

La entidad arrancó en 2008 una serie de compras que han engordado poco a poco su tamaño

Oficina de CaixaBank en Madrid
Oficina de CaixaBank en MadridBernat ArmangueAgencia AP

La fusión de CaixaBank y Bankia es la absorción de mayor calado que ha protagonizado la entidad catalana en su dilatada historia y llega tras una década marcada por continuas adquisiciones que han contribuido a llevar al banco de La Caixa a la cumbre bancaria en España. La absorción de Bankia, que hoy han rubricado los consejos de administración de las dos entidades, dará lugar al primer banco en España, con unos activos de más de 664.027 millones de euros -el 25 % del sector-, más de 6.700 sucursales -el 28 % del total- y 51.500 empleados -el 29 %-.

La operación se ha materializado con la bendición del BCE y en pleno terremoto económico por el Covid-19, pese a que el mismo consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha ido asegurando en los últimos meses que la entidad no apostaba por protagonizar nuevas fusiones y que estaba centrada en crecer de forma orgánica.

Con la fusión de CaixaBank y Bankia se hace también realidad una vieja aspiración de Isidre Fainé, actual presidente de la Fundación Bancaria La Caixa -el principal accionista del banco a través de Criteria- y que fue durante años presidente de CaixaBank y antes de La Caixa. Fainé barruntaba desde hace años la unión de las dos grandes cajas de ahorro españolas: La Caixa, en Cataluña, y la madrileña Caja Madrid, una de las entidades que se integraron en Bankia.

Origen y crecimiento

CaixaBank tiene su origen en La Caixa, que se creó en 1990 fruto de la fusión de la Caja de Pensiones (Caixa de Pensions) -fundada en abril de 1904-, y la Caja de Barcelona (Caixa de Barcelona) -nacida en 1844-. En 2011, La Caixa se transformó de caja a banco y dio lugar a CaixaBank, que se ha convertido en el primer banco de Cataluña y una de las mayores entidades financieras del país, con unos activos de 445.572 millones de euros, 35.589 empleados y un total de 4.460 oficinas.

La actual CaixaBank, presidida por Jordi Gual, debe su tamaño a las adquisiciones que ha llevado a cabo en los últimos años, como consecuencia sobre todo de la anterior crisis económica. En 2008 compra la división de banca privada de Morgan Stanley en España; en 2010 se hace con Caixa Girona; en 2012 integra Banca Cívica; en 2013 se fusiona con Banco de Valencia y en 2015 anuncia la compra del negocio de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays Bank en España. Por último, en diciembre de 2018, CaixaBank adquiere el 100% de las acciones del banco portugués BPI, su última gran compra de la última década.

La fusión con Bankia -propiedad del Estado, que controla casi el 62 %-, la situaría a la cabeza del sistema financiero español, con unos activos totales de más de 664.000 millones, y todo ello en un contexto complicado para la banca, marcado por los bajos tipos de interés y por la crisis de la Covid-19.

CaixaBank ganó 205 millones de euros en el primer semestre de este año, un 67% menos que hace un año, tras realizar provisiones por importe de 1.155 millones por la pandemia del coronavirus. La crisis de la Covid también lastró los resultados de Bankia, que ganó 142 millones de euros en la primera mitad de 2020, un 64,4 % menos que un año antes, tras dotar 310 millones de euros en provisiones para afrontar la epidemia.