Crisis
El Banco de España tumba el crecimiento del Gobierno
Enfría el optimismo del Ejecutivo sobre la economía en el cuarto trimestre: augura una caída de hasta el 3% del PIB, frente al alza del 2,4% que prevé Moncloa
Las previsiones realizadas por el Gobierno sobre el impacto de la pandemia del coronavirus en la economía española se tambalean. Todas las instituciones nacionales e internacionales le enmiendan la plana en este terreno y siempre lo hacen a la baja, con unas estimaciones más pesimistas que las elaboradas por el equipo económico del Gabinete de Sánchez. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha sido el último en reconducir a una senda bastante más moderada las estimaciones del Gobierno, durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos en el Senado. Hernández de Cosa se ha mostrado más que prudente a la hora de lanzar las campanas al vuelo sobre un hipotético aumento del PIB en el cuarto trimestre de este año, tal y como el Ejecutivo ha anunciado por boca de su vicepresidenta económica y de su ministro de Seguridad Social. En concreto, José Luis Escrivá aseguró con contundencia a principios de esta semana que la economía crecerá en el cuarto trimestre de este año el 2,4% del PIB. Sin embargo, según Hernández de Cos, esa estimación no solo no se aproxima a la realidad por la que atraviesa la economía española, sino que dista bastante de la misma. Es más, el gobernador prevé todo lo contrario.
Sus estimaciones apuntan a una horquilla de caída del PIB de entre el 0,8% y el 3%, este último desplome en el escenario más pesimista en el que la llegada de la vacuna se retrase. Es cierto que el Banco de España considera en un escenario más suave que la economía podría crecer en el cuarto trimestre seis décimas del PIB. Pero incluso este escenario más favorable se halla totalmente distante del vaticinio del Gobierno en 1,8 puntos porcentuales. Además, la autoridad monetaria apuesta más por el escenario central de una caída del PIB del 0,8%, después de un intenso crecimiento en el tercer trimestre del 16,7%, como consecuencia de las medidas adoptadas para contener la segunda ola de la covid-19.
En sus proyecciones macroeconómicas de España 2020-2023 publicadas este viernes, el Banco de España no sólo rectifica al Gobierno en las previsiones de final de año, sino que, además, enfría su optimismo sobre la recuperación de la economía española en 2021. La entidad central baraja una horquilla de crecimiento del PIB de entre el 8,6% y el 4,2%, en función de que la población comience a vacunarse a principios del año que viene o, por el contrario, se retrase la llegada de una medicación efectiva. Mientras, el Ejecutivo augura un crecimiento del 9,8% del PIB en 2021, gracias al efecto multiplicador que tendrán sobre nuestra economía los 27.000 millones de anticipo que recibirá España de los 140.000 millones que le corresponden de los fondos de recuperación europeos. En concreto, el Ejecutivo cifra en 2,6 puntos porcentuales el impacto sobre la economía de estos fondos el próximo año. Sin embargo, el Banco de España estima que el crecimiento del PIB podría subir sólo 1,3 puntos porcentuales en 2021 y, adicionalmente, en otras dos décimas en el promedio de 2022 y 2023 por la inyección de capital que representan estos fondos. El menor impacto que estima de estos fondos respecto al Gobierno radica en los supuestos acerca «de un menor grado de absorción» de los mismos y un multiplicador fiscal más reducido (0,9 para el Banco de España y 1,2 para el Ejecutivo).
En este contexto, alerta de que las perspectivas económicas siguen estando muy condicionadas por la evolución epidemiológica. Es más, no descarta una tercera ola de la covid-19 que requiera medidas de contención más severas, mientras no se disponga de una vacuna efectiva. En este panorama de fuerte incertidumbre, baraja tres escenarios macroeconómicos (suave, central y severo), en función del comportamiento de la pandemia en el corto plazo, de las medidas de contención de la misma, de la aparición de una vacuna efectiva contra el virus, de la adaptación de los agentes a la crisis y de la persistencia de sus efectos en el medio plazo.
En cualquier caso, avisa de un fuerte retroceso del PIB este año, seguido de una recuperación relativamente intensa en los años posteriores, aunque sujeta a un elevado grado de incertidumbre. En su escenario suave, la economía se desplomará el 10,7% del PIB este año, dos décimas más que en su previsión anterior. No obstante, no descarta que se hunda este año hasta el 11,6%, cuatro décimas más del pronóstico del Gobierno. Este ejercicio acabará con una tasa de paro del 15,7% de controlarse la pandemia, aunque puede que se dispare al 16,2% de la población activa. Según sus augurios, hasta 2023 el equilibrio de la economía penderá de un hilo, muy condicionado a la evolución de la pandemia.
Así, estima un alza del 8,6% del PIB el próximo año, si hay vacuna a principios de año, aunque en los dos siguientes ejercicios el crecimiento se moderará al 4,8% y al 1,9% del PIB, respectivamente. Sin embargo, de retrasarse la vacunación de la mayoría de la población, la recuperación se ralentizará, con un alza del 4,2% del PIB en 2021. En cualquiera de los escenarios, el crecimiento previsto es menor que el estimado por el Ejecutivo en su Plan Presupuestario remitido a Bruselas. Un año después, tanto en su escenario central como en el severo, el PIB registrará alzas similares de en torno al 4%, para bajar al 1,5% (en el severo) en 2023. En el central, la tasa de paro no caerá del 15% en 2023, mientras que en el severo permanecerá casi en el 18%. En estos tres escenarios, el Banco de España no espera que el déficit público se sitúe por debajo del 3% del PIB en 2023, fecha en la que la UE volverá a exigir a los miembros de la eurozona disciplina presupuestaria. La deuda pública tampoco descenderá del 110%, disparándose en el caso más severo hasta el 127% del PIB.
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