Fusión aérea
La SEPI, ante la compra de Iberia: el Estado tiene que estar en Air Europa
La sociedad pública considera que debe velar por el rescate a la aerolínea pese a la operación ante la intención de la compañía de IAG de renegociar las condiciones de la ayuda
Superado el escollo de la renegociación de los términos del acuerdo con sus actuales propietarios, Iberia debe sortear ahora el último obstáculo para culminar la compra de Air Europa: la renegociación de las condiciones del rescate de la aerolínea del Grupo Globalia.El pasado mes de noviembre, la compañía recibió dos préstamos por un valor total de 475 millones de euros procedentes del fondo de rescate de empresas estratégicas solventes afectadas por la pandemia, gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Un dinero condicionado a que Air Europa aceptara una serie de condiciones, como nombrar de común acuerdo con el Estado a su consejero delegado; que la SEPI tenga dos consejeros o que tenga derecho de veto en decisiones estratégicas o despidos.
Iberia ha anunciado que la culminación de la compra de Air Europa por 500 millones está condicionada a «renegociar» estas condiciones. Y aunque la compañía no ha dado aún pistas de cuáles quiere tocar, la SEPI sí que tiene claro que hay líneas rojas que no se pueden traspasar. La sociedad pública tiene claro que el Estado debe tener ojos y oídos en Air Europa.Si el dinero del rescate es público, tiene que haber alguien del Estado en la aerolínea, arguyen desde la sociedad, según explican fuentes próximas a la empresa. La SEPI considera que su misión es velar por el buen empleo de esos 475 millones y porque sean reembolsados en las arcas públicas. Desde la sociedad pública no parecen entrar tanto en el número de consejeros que deben tener en Air Europa. Pero el hecho de que tengan representantes que reporten los planes de la aerolínea está fuera de dudas, añaden las fuentes.
Gestión
Más que la presencia del Estado en su dirección, en la SEPI creen que el caballo de batalla en la negociación con Iberia será el margen de autonomía del que pueda disponer para gestionar Air Europa. Ayer mismo, su presidente, Javier Sánchez-Prieto, aseguraba en una entrevista a «El Economista» que «tenemos de disponer de agilidad e independencia en la toma de decisiones respecto a las cosas que podamos hacer con Air Europa». En la SEPI entienden que la aerolínea será razonable en sus peticiones porque su intención es cerrar cuanto antes la negociación para tener lista la operación en la segunda mitad de año, tal y como recogieron en el acuerdo.
El interés de Iberia por cerrar la operación es obvio. Sánchez-Prieto volvió a reiterar ayer que la adquisición de Air Europa «sigue teniendo todo el sentido estratégico» pese a su retraso. Durante unas jornadas sobre el sector turístico, destacó que reforzará el «hub» del aeropuerto de Madrid. Según el presidente de Iberia, para rivalizar con otros países del entorno esta instalación aeroportuaria «debe ser competitiva». Y la operación generará un operador de referencia con el tamaño de otros nudos como Francia o Alemania lo que, a su juicio, ayudará a reforzar el «hub» de Barajas.
Otro aspecto que valoró Sánchez Prieto sobre la operación de compra es que la proporción de carga aérea en Madrid “es pequeña en relación con la de otros países” e insistió en la necesidad de que se haga realidad la intermodalidad. Para el dirigente de la aerolínea, la experiencia del cliente “debe estar completamente acomodada a los nuevos tiempos”. Puso en valor sobre la operación que Iberia ha cerrado recientemente que, en un futuro cercano, un viajero pueda comprar un billete en Sevilla y pueda volar hasta Buenos Aires sin preocuparse de la maleta y evitarse una caminata de 7 kilómetros en la T4.
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