Pensiones

El 40% de los trabajadores se jubila antes de tiempo

Casi 110.000 nuevos jubilados en 2020 lo hicieron con menos de 65 años ante los escasos beneficios de retrasar su retiro

Mascarillas obligatorias en todos los espacios en Andalucía desde hoy
Varios hombres con mascarillas puestas juegan al dominó en un bar en la Plaza de la Corredera en CórdobaSalasAgencia EFE

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, cree que es crucial penalizar las prejubilaciones e incentivar la jubilación demorada mientras que el vicepresidente Iglesias, a contracorriente, apuesta por volver a los 65 años sin meter la tijera al sistema. Sin embargo, el debate paraalargar la edad real de jubilación–situada en los 64,6 años de media– a la edad legal –en 66 años en 2021 y en 67 años para 2027– choca con la realidad de la falta de estímulos para retrasar el retiro.

Aunque las jubilaciones ordinarias generan un rendimiento medio mayor (4,1%), frente a las altas de jubilación parcial (3,9%), las jubilaciones demoradas voluntariamente (3,7%) y las jubilaciones anticipadas (2,8%), según el Banco de España, lo cierto es que en España, lo que pueden permitírselo se prejubilan. Y son muchos. Casi un 40%.

La Tasa Interna de Retorno (TIR), que compara el valor presente de las cotizaciones realizadas por un trabajador a lo largo de su vida laboral con el valor presente de los importes de pensión que recibe durante su jubilación, da una medida dispar de la rentabilidad que obtendría cada trabajador a partir de las aportaciones realizadas al sistema. Por tipo de pensión, el rendimiento más bajo en media corresponde a las pensiones anticipadas, con un 2,8%, mientras que la rentabilidad media de las pensiones ordinarias alcanzaría el 4,1%. Las pensiones demoradas obtendrían una rentabilidad media del 3,7%, cercana pero menor que la de las pensiones ordinarias, lo que sugeriría –según el Banco de España– que el incentivo a prolongar la vida activa y posponer la jubilación sería escaso.

Ante esta perspectiva, en concreto, un 38% de las personas que accedieron a la jubilación el año pasado lo hizo de manera anticipada, con menos de 65 años, un porcentaje similar al de hace diez años, aunque se ha reducido respecto al 44,4 % sobre el total que llegó a representar en 2016.

Según los datos de la Seguridad Social, de los 285.870 nuevos jubilados de 2020, 176.289 tenía 65 o más años, mientras que el resto era más joven: 22.970 tenía 64 años; 46.249, 63 años; 10.573, 62 años; 24.901, 61 años, y 4.888, 60 años o menos.

Escrivá pretende que la pensión de los que decidan jubilarse de forma anticipada -se puede optar a esta opción dos años antes de la edad legal siempre que se tengan 35 años cotizados- se vea reducida de facto con un 8% por año, tal y como recoge la normativa cuando se acredita un período de cotización inferior a 38 años y 6 meses. Actualmente, y según los cálculos facilitados por el Gobierno, esta reducción termina siendo inferior, alrededor del 4%, ya que se aplica sobre la base reguladora y no sobre la pensión directamente penalizando menos a los salarios más altos y más a los más bajos.

Jubilación demorada

La otra vía en la que trabaja el Gobierno consiste en premiar más a los que se jubilan por encima de la edad legal, y para ello ha avanzado ya dos líneas de trabajo. La primera quiere acabar con la posibilidad de que, vía convenio colectivo, se pueda obligar a alguien a jubilarse forzosamente al alcanzar la edad legal. Además, se estudia modificar los incentivos a quienes se jubilan más tarde, con pagos de una sola vez para que la gente tenga “carreras laborales más largas”.

Hasta agosto del año pasado, solo 8.560 personas accedieron a la jubilación de manera demorada ante el escaso rendimiento financiero que ofrece. Esta opción que eleva la cuantía de la pensión hasta un 4% en función de los años cotizados, con un mínimo de 25.

Esta modalidad se ha reducido en favor de la jubilación activa, aquella que permite compatibilizar el trabajo con el cobro de la pensión de jubilación, que contaba en 2020 con 61.220 personas acogidas a esta modalidad, la mayor parte (52.076) cotizando en el régimen de trabajadores autónomos.

Puesta en marcha en 2013, esta modalidad de jubilación fue modificada en 2017 permitiendo a los autónomos percibir el 50 % de su pensión, de manera general, y el cien por cien si acredita tener trabajadores contratados. Así, según los datos de la Seguridad Social, a 31 de agosto de 2020 el número de jubilados autónomos que trabajaba y cobraba el importe íntegro de su pensión era de 14.920.