Diálogo social
Calviño no apoyará la derogación unilateral de la reforma laboral
La vicepresidenta económica no aprobará ningún cambio de Yolanda Díaz que no cuente con el visto bueno de los empresarios
Cómo cambiar las reglas de juego del mercado laboral ha enfrentado de nuevo a la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La titular de Asuntos Económicos apuesta por retocar ciertos aspectos del mercado laboral, como simplificar los tipos de contratos, tal y como recomienda la UE. Sin embargo, Yolanda Díaz trabaja por derogar toda la reforma laboral que acometió en su día el Gobierno de Rajoy y que en la actualidad sigue vigente, aunque lo hará en varias fases. En ese sentido, Calviño señaló ayer que la prioridad en materia laboral es «atajar la dualidad del mercado», no acometer medidas más estructurales, y para ello cree que hay que apostar por «el empleo, la recuperación de los trabajadores que están en ERTE y atajar la dualidad en el número de contratos».
Ayer, en una entrevista en Onda Cero, Calviño subrayó que, en legislación laboral, «hay que dejar de mirar al pasado y mirar al futuro» y que la prioridad debe ser «impulsar la creación de empleo» y «solucionar el paro juvenil». Para ello, una de las claves será cambiar las modalidades de contratos. Calviño ha priorizado así la necesidad de reducir a tres, desde los más de veinte que existen actualmente, los tipos de contrato, y no ir más allá.
Pero Díaz no parece muy dispuesta a rebajar sus intenciones, pese a que la vicepresidenta económica reconoció que las dos comparten «al 100% las propuestas enviadas a Bruselas», pero discrepa en cómo y cuándo debe hacerse. «Hay que ver cuál es la mejor aproximación a un planteamiento equilibrado», dijo.
Díaz ha indicado en numerosas ocasiones que nada ni nadie va a desviarla del cumplimiento de los compromisos de su partido con la derogación de la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Rajoy. Y aunque ha reconocido que, «de momento», se conformará con unos cambios parciales –como la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, la ultraactividad y la subcontratación, entre otras–, también ha advertido que la derogará finalmente cuente o no con la firma de los agentes sociales.
En este punto, Calviño, a la sazón jefa económica del Gobierno y, por tanto, por encima de Díaz para tomar decisiones finales, tiene muy clara su postura: no dar luz verde a ningún cambio en la normativa laboral que proponga la ministra de Trabajo si esta no cuenta con el visto bueno de los empresarios. Fuentes cercanas a la ministra económica confirmaron a LA RAZÓN que «no habrá ningún pulso» porque cualquier cambio que quiera hacerse deberá tener el consenso general.
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