Vacaciones
Operación salida de Semana Santa: viajes controlados y sensación de injusticia por la llegada de turistas
Los residentes en España deben justificar el motivo de su desplazamiento en el control policial establecido en el aeropuerto de Madrid. La mayoría denuncian que, en cambio, los turistas apenas se topan con barreras para entrar al país
Unos vuelven a casa y otros llegan para disfrutar de los bares y restaurantes españoles. Estas son las dos caras de la moneda en el primer día de la operación salida de Semana Santa en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El cierre perimetral entre comunidades vigente desde el 26 de marzo hasta el 9 de abril no ha impedido la operación salida, pero sí la ha atenuado. Los viajeros que se desplazaban a algún lugar de España llegaban con DNI o salvoconducto en mano para pasar elcontrol policial. En la zona de llegadas, los turistas extranjeros elogiaban las medidas de seguridad y a la vez pasaban sin apenas filtro al país -tan solo un control de temperatura y una hoja de responsabilidad firmada-. El descontento de los primeros es generalizado. “Veo muy mal que puedan llegar turistas alemanes y franceses y nosotros ni siquiera podamos desplazarnos a visitar a nuestros familiares”, denuncia Ana, una madre que acompañaba a su hijo menor al aeropuerto, el cual viajaba para pasar estos días con su padre.
Controles policiales
A primera hora de este viernes 26 de marzo, el aeropuerto de Madrid contaba con un número considerable de pasajeros, en su mayoría jóvenes y familias, que se dirigían a su lugar habitual de residencia o familiar, una de las excepciones que permiten esquivar las restricciones de movilidad impuestas para Semana Santa. Ese es el caso de Adrián, un joven canario que volvía a casa para pasar las fiestas. “Vengo de Valladolid y no ha habido en ningún momento aglomeraciones. Ahora cojo un vuelo a Canarias y llevo la PCR hecha”. A la llegada al control policial, otra joven estudiante, Ana, explica que el proceso es rápido y sencillo: “Tan solo he tenido que enseñar la tarjeta de embarque y el DNI, donde figura mi domicilio”. En torno a cuatro policías custodian la zona de paso para evitar el incumplimiento del cierre perimetral. “Estoy haciendo un curso y viajo los fines de semana de vuelta a casa. Normalmente no hay estos controles, ahora en Semana Santa sí”, cuenta Carla, una viajera habitual.
En el caso de los ciudadanos que se desplazan por trabajo, deben presentar un justificante de la empresa en el que se indique el trayecto a realizar y el motivo, así como el DNI y la tarjeta de embarque. Ese el el proceso que ha seguido Silvia, una trabajadora que tenía que viajar de Madrid a Vigo, ida y vuelta, para impartir un taller presencial. Una vez superada esta barrera, solo queda pasar el control de seguridad y embarcar. Eso sí, dentro del avión, aunque se reparten toallitas desinfectantes y se debe respetar la distancia de seguridad antes de montar en la nave, no hay ni un asiento libre. “Como hay pocos aviones, los pocos que hay van llenos. Donde antes salía 5 vuelos ahora salen 2″, añade Silvia.
Aunque el volumen de viajeros se fue atenuando a medida que avanzaba la mañana, durante esta Semana Santa las compañía aéreas han programado un total de 18.100 vuelos de pasajeros en los aeropuertos de la red de Aena, entre el 26 de marzo, y el próximo 5 de abril. Esto supone un repunte de 15.000 vuelos en comparación con la Semana Santa de 2020, que coincidió con el estado de alarma, aunque sigue siendo solo un 25% de los vuelos realizados en estas mismas fechas en 2019 (71.000). Por aeropuertos, Adolfo Suárez Madrid-Barajas será el que tenga más tránsito esos días, con un total de 3.700 vuelos, mientras que el aeropuerto de Barcelona-El Prat registrará un total de 2.967 vuelos durante la Semana Santa.
Rechazo al turismo irresponsable
Del total de vuelos programados, la mitad son llegadas, según informaron a Europa Press en fuentes del gestor aeroportuario. Para la mayoría de pasajeros españoles entrevistados por LA RAZÓN, la entrada de turistas que han plagado los bares madrileños, sin respetar en algunos casos las distancias de seguridad ni el uso de mascarilla, es una lacra que contribuirá a una nueva ola de contagios. “Lo veo fatal”, señalaba Ana, quien antes decía que esta libertad de entrada contrasta con el cierre perimetral que sufre los españoles. “Es raro que se pueda volar de otro país para llegar aquí y que no nos podamos mover entre comunidades, personalmente no me afecta, pero entiendo que esté generado cierto mosqueo”, dice en este sentido Silvia. Para otros, el turismo, una de los principales pilares de la economía española no es el problema, sino la calidad de este. “Canarias vive mucho del turismo. Si es un turismo de calidad y avalado por PCR me parece bien. Lo que no me parece lógico es que no puedas ir a Huelva, pero sí que puedas ir de Madrid a París y de París a Huelva. Hay que controlarlo”, denuncia Adrián.
En la zona de llegada del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, muchos jóvenes de origen francés reconocen que viene a España a pasar la semana ya que “en Francia los restaurantes aún permanecen cerrados”, explica Tomas, uno de estos visitantes. Bares, restaurantes y sol. Ese es su plan. En cambio, el perfil de turista francés más adulto suele venir por motivos distintos, como visitas a hijos o familiares que residen en España. Por su parte, la Embajada de Francia en España ha rechazado que se intente “estigmatizar” a los turistas franceses que visitan destinos españoles como Madrid y que no se debe generalizar ni exagerar las imágenes de ciertos visitantes incumpliendo las medidas de seguridad. El encargado de Negocios en la Embajada francesa en la capital de España, Gautier Lekens, recordó que Francia recomienda a sus nacionales que no viajen por turismo, pero no puede prohibirlo, y los franceses que llegan a España deben cumplir las normas del país para prevenir la covid-19, como el presentar una prueba PCR negativa.
64.200 agentes para controlar las carreteras
Indudablemente esta Pascua habrá más movilidad que el año anterior, aunque no se producirán las habituales procesiones ni los grandes desplazamientos por carretera. Para controlar las salidas y entradas de las comunidades en coche, 64.200 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil van a velar por el cumplimiento de las restricciones, según anunció este miércoles el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. En concreto, desde hoy, viernes 26 de marzo, hasta el próximo 9 de abril, Tráfico va a intensificar la vigilancia y control de los trayectos de corto recorrido.
Durante este pasado jueves, víspera de las vacaciones de Semana Santa y un día antes de que se activase el cierre perimetral de las comunidades por la pandemia, los desplazamientos de salida de Madrid aumentaron un 15,85% respecto a un jueves normal y se registraron importantes atascos a última hora de la tarde de ayer algunas carreteras de salida de Madrid, como la A-2, A-4 y A-5. No obstante, la DGT ha renunciado a poner en marcha un dispositivo especial para la Semana Santa, al igual que el año pasado, porque no prevé un gran volumen de viajes largos por carretera debido al cierre perimetral.
Burlar los controles con justificantes falsos
La picaresca siempre está presenta en época de restricciones para burlar los controles, aunque aún queda cierta esperanza en la responsabilidad individual. “No puedes controlar a todo el mundo”, señala Adrián ante la posibilidad de que algunas personas puedan recurrir a salvoconductos falsos o citas médicas innecesarias para desplazarse a otras partes de España. “Entiendo que hay implantada una concienciación entre los ciudadanos y que están respetando las normativas vigentes”, coincide Fernando, otro joven que volvía a su domicilio habitual. Pero no todos se muestran tan optimistas. Ana, madre de un menor que viaja para visitar a su padre, desconfía de la buena voluntad de algunas personas: “Veo gente que en ciertas circunstancias se está aprovechando y no debería. Sobre todo teniendo en cuenta la situación actual que tenemos”.
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