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El asalto del Gobierno a la presidencia de Indra le cuesta ya 191 millones de euros a la compañía

Sus títulos han caído un 12% desde el pasado viernes, cuando se filtró el movimiento para relevar a Abril-Martorell. Han pasado de cotizar por encima de los 8 euros a superar por poco los 7

Indra llegó a alcanzar los 8,38 euros por acción en abril
Indra llegó a alcanzar los 8,38 euros por acción en abrilEsther EgeaAgencia EFE

El movimiento del Gobierno para reemplazar a Fernando Abril-Martorell de la presidencia de Indra no sólo ha levantado en armas al resto de grandes inversores de la firma sino que ha sembrado la inquietud entre los inversores de la firma tecnológica a todos los niveles. Desde que el pasado viernes se filtrase la intención de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de no renovar en su cargo a Abril-Martorell, las acciones de la compañía van cuesta abajo y, por el momento, sin encontrar freno.

El pasado viernes, los títulos de Indra abrieron la sesión en los 8,18 euros. Indra alcanzó un beneficio neto en el primer trimestre del año de 22,3 millones de euros, un 255,3% más que en el mismo periodo del ejercicio pasado, cuando su resultado fue de 6,3 millones, con lo que ha retornado así a niveles previos a la pandemia. Tras la publicación de estos resultados, las acciones de la compañía recuperaron el nivel de los 8 euros que había perdido por la pandemia. Pero una vez que se destapó la maniobra del Gobierno, principal accionista de la compañía (SEPI tiene el 18% de sus títulos), comenzó la cuesta abajo. Hoy, las acciones de Indra cotizan en el entorno de los 7,10 euros, lo que implica que su capitalización bursátil ha retrocedido casi 200 millones de euros (191 millones), desde los 1.445 que atesoraba el viernes hasta los 1.254 de hoy.

Resistencia

La maniobra del Gobierno no sólo está teniendo consecuencias en la cotización de Indra sino que ha provocado un terremoto en la propia dirección de la compañía. SEPI ha propuesto como relevo de Abril-Martorell a Marc Murtra, ahora patrono de la Fundación La Caixa y hombre con un marcado perfil político vinculado al PSC. No en vano, Murtra fue nombrado hace 15 años jefe de gabinete del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, en la época de Joan Clos (2006-2011), y también director general de Red.es (2006). También fue responsable de Educación, Cultura, Deportes, Inmigración, Juventud, Cooperación Internacional y Participación en el Ayuntamiento de Barcelona.

Este perfil más político que técnico es el que ha desatado una auténtica revuelta contra la SEPI del resto de grandes inversores de la compañía, Corporación Financiera Alba (10,5%), Fielity (9,8%), Norges Bank (3,8%), el fondo T. Rowe Price (3,1%) y Banco Santander (3%); que están poniendo más trabas de las esperadas por el Gobierno para aceptar a Murtra. Ayer la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo de la compañía se reunió en lo que se presuponía un encuentro casi de trámite para abordar el cambio de presidente de la compañía. Pero, al contrario de lo que se esperaba, el conclave no terminó de forma rápida y con acuerdo. La comisión acordó volver a reunirse hoy, cuando tendrá que elaborar un informe sobre la persona seleccionada para presidir esta compañía y posteriormente elevar su propuesta al consejo de administración. Una vez que este lo apruebe, tendrá que ser después ratificado por la junta de accionistas.