Jubilación

Los empresarios no firmarán una reforma de pensiones que eleve las cotizaciones a los ‘babyboomers’

Avisan de que afectará al empleo y a la recuperación económica. Los sindicatos sí lo ven «factible»

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, interviene durante la sesión de control al Gobierno
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, interviene durante la sesión de control al GobiernoKiko HuescaAgencia EFE

Los empresarios ya tienen una respuesta a la última propuesta del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, sobre la subida de las cotizaciones para sostener el sistema de pensiones para la “generación baby boomer”: no firmarán nada que eleve las cotizaciones sin justificación. “No solo repercutirá en la recuperación y en la creación de empleo, sino que supondrá mayores costes para las empresas, lastrando su capacidad de competir”. Así de contundente mostró ayer Cepyme, que pidió más “prudencia” al ministro de Escrivá antes de presentar una medida tan importante.

En el mismo sentido se manifestó el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, que tiró de sarcasmo para definir la propuesta. “Si para pagar las pensiones la única solución es subir las cotizaciones, no creo que hubiéramos necesitado tantas reuniones”. Amor tachó la medida como “una derrama en un bloque en el que hay goteras” y afirmó que “no creo que el déficit de las pensiones se vaya a arreglar con una subida de medio punto de las cotizaciones”.

En sentido contrario , los sindicatos ven “factible” el nuevo mecanismo, aunque les genera “cierta incertidumbre. Pero es un buen paso”.

La propuesta del ministro también recibió duras críticas tanto de grupos de la izquierda, que advierten de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, como de la derecha, que abogan por crear más empleo y fomentar la natalidad. Su propio socio de Gobierno, Podemos, advirtió ayer de que los cambios que se hagan para garantizar las pensiones “no pueden afectar al poder adquisitivo del conjunto de la ciudadanía”. La diputada morada Sofía Castañón dijo que “si vamos a estar mirando por esa hucha de pensiones no puede ser a costa del esfuerzo, salud ni poder adquisitivo de la clase trabajadora”.

Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, consideró que la subida de las cotizaciones “no va en el camino correcto” porque va a “lastrar la recuperación económica” y opinó que los elementos clave para garantizar las pensiones son el fomento de la natalidad y del empleo.

Los plazos marcados por Bruselas aprietan a la mesa de negociación -en realidad a las dos mesas en marcha, pensiones y reforma laboral-, ya que tienen que estar aprobadas antes de acabe el año, fecha comprometida con Bruselas para que se pueda acceder a los fondos de recuperación. Ahora con la propuesta de ese nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, que pretende sufragar el gasto de la jubilación de los “baby boomers”, el 15 de noviembre que se había marcado como fecha límite para poder incorporarlo como enmienda a la ley que ya se está tramitando en el Congreso, que liga la revalorización de las pensiones a la inflación e incentiva el retraso de la jubilación, parece más lejos.

En el acuerdo de la primera parte de esa ley que se firmó con los agentes sociales el pasado mes de julio se pactó que antes de mediados de noviembre tenía que estar listo el mecanismo de equidad intergeneracional. El Gobierno quiere una rúbrica unánime, porque la UE exige un acuerdo global -incluso de país-, pero ahora mismo una acuerdo parece más lejos.