Tesoro

El Tesoro mantendrá en 75.000 millones su previsión de emisión neta de deuda en 2022, la misma que el año pasado

Las emisiones brutas se prevé que en 2022 se sitúen en 237.498 millones, lo que supone una reducción del 10% frente al ejercicio previo

Carlos Cuerpo, ministro de Economía
Carlos Cuerpo, ministro de EconomíaZIPInip

Las emisiones brutas se prevé que en 2022 se sitúen en 237.498, lo que supone una reducción del 10% frente al ejercicio previo, mientras que las emisiones netas se mantendrán a 0%, tal y como ha afirmado el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, en la presentación de la Estrategia de Financiación del Tesoro para 2022 llevada a cabo este lunes.

En cuánto a las emisiones netas, en 2021 se situaron en 75.138 millones de euros y en este año se prevé que estas se queden en los 75.000, por lo que estas se mantendrán en 0%, es decir, no se producirá ninguna reducción frente al ejercicio previo. Esta estimación de las necesidades de financiación netas se han establecido bajo un supuesto de “prudencia”.

“El 2022 es un año marcado por la consolidación de la recuperación económica, por el despliegue o velocidad de crucero de la reformas e inversiones del Plan de Recuperación; y por el inicio de la gradual normalización de las condiciones de política monetaria”, explica Cuerpo.

A pesar de este impulso de la economía, la estrategia del Tesoro seguirá marcada por la respuesta a la crisis, a causa de los altos volúmenes de fondos a financiar. Asimismo, ha señalado que la ejecución del programa necesita ser “flexible” en las condiciones actuales para ir adaptándose a la evolución de las necesidades ante la elevada incertidumbre del momento debido a la pandemia.

Fondos “Next Generation” como financiación adicional

El Tesoro volverá a contar de nuevo este año con los fondos “Next Generation EU” como fuente de financiación adicional con unos ingresos de 20.225 millones de euros y otros 27.633 millones de gastos financiados con dichos fondos, tal y como se detalla en los Presupuestos Generales del Estado de 2022.

Asimismo, la intención del Ejecutivo es incorporar una adenda este año al Plan de Recuperación para realizar la petición del tramo de préstamos vinculados a los fondos ‘Next Generation EU’. “Cuando lo tengamos perfilado, haremos una translación a la estrategia de financiación”, ha informado el secretario.

Mientras tanto, el perfil del programa de emisión concentrará la mayor parte de emisiones en la primera mitad del año, estando ya disponible el calendario completo de emisiones, donde se detallan las 48 subastas ordinarias con las fechas previstas para los próximos 12 meses.

Las emisiones brutas se reducen un 5% en 2021

Desde este organismo aseguran que los programas de emisiones brutas de los dos últimos años han permitido “respaldar” las medidas de apoyo y protección a las rentas de hogares y a los ingresos de trabajadores y empresas tras la pandemia.

A cambio de una “necesaria” respuesta de política económica y de apoyo presupuestario, esto supuso un incremento de las necesidades de emisión por parte de Tesoro y del volumen de deuda pública en 2020 y 2021. Tanto es así, que las emisiones brutas alcanzaron 277.059 millones de euros en 2020 frente a los 264.312 millones del ejercicio previo, lo que supone una reducción del 5%.

En términos netos la imagen es muy similar y supone una ruptura de la tendencia decreciente que se observaba desde 2012, llegando a un punto mínimo de esta serie en 2019 y en el ejercicio anterior se sitúa en 109.922 millones de euros.

Por lo tanto, la situación de 2021 supone un “punto de inflexión” tanto en materia económica como en términos de finanzas públicas. En el caso de la economía del país, se ha vislumbrado un “inicio de recuperación”, la cual ha sido impulsada gracias a la “exitosa” estrategia de vacunación del coronavirus en España. En cuánto a las finanzas públicas, se produce una “senda decreciente” respecto a 2020 y frente a las previsiones de este organismo a inicio de año tanto en términos de emisiones brutas como netas, situándose en términos netos en 75.138 millones de euros, lo que supone una reducción del 32% en 2021 frente al año anterior.

El coste medio de emisiones de deuda, por primera vez en negativo

En cuánto a los métodos de financiación, el 83% de la financiación bruta se ha cubierto, como es costumbre, mediante las 46 subastas ordinarias que tuvieron lugar en el año 2021, y el 13% mediante sindicaciones.

Asimismo se ha mostrado una estabilidad en términos de prima de riesgo y en la evolución de la rentabilidad de los bonos o instrumentos a 10 años, los cuáles están en línea con el periodo previo al coronavirus. Esta situación se ha producido gracias a una actuación “decidida” de las autoridades europeas por parte de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE), así como por la confianza de los inversores en la economía española.

“Es importante resaltar la importancia del mantenimiento o de la atracción y de la confianza por parte de la base inversora, sobre todo de la base de los inversores no residentes, sobre el total de tenencias de deuda que se ha mantenido en torno al 44%. El peso de los inversores no residentes ha rondado el 90% de la asignación final de las mismas”, asegura Cuerpo.

En base a estas condiciones, por primera vez, el coste medio de las deudas en el conjunto del año ha sido negativo, alcanzando el -0,04% y Tesoro ha aprovechado esta situación para ir “minimizando los riesgos de refinanciación a futuro”. Asimismo, la cartera de circulación de deuda viva se ha situado en mínimos en el 1,65%. Por lo tanto, el porcentaje de la finaciación en términos negativos ha superado el 60% en emisiones, lo que supone un “máximo” en la historia del país.

La vida media de la cartera alcanza los 8 años

Pese al aumento del stock de deuda, la vida media de la deuda del Estado en circulación, es decir, de la cartera ha alcanzado los 8 años, gracias a dos factores determinantes: el esfuerzo de emitir en los tramos largos de la curva y una menor emisión relativa de Letras del Tesoro.

La vida media de los bonos y obligaciones en la emisión se ha incrementado hasta los 11,3 años, destacando la “exitosa” emisión producida en febrero del año pasado de la obligación a 50 años, lo que supone la segunda referencia emitida por el Tesoro a ese plazo.

En lo que respecta a la emisión neta de Letras del Tesoro ha vuelto a ser negativa en 5.000 millones, y en los últimos seis años tan sólo ha sido positiva en 2020, contribuyendo por lo tanto a reducir el riesgo de refinanciación de la deuda en España. Por lo tanto, la emisión bruta será inferior a los vencimientos, que ascenderán a 94.410 millones de euros.

Por su parte, los vencimientos a medio y largo plazo se reducirán cerca de un 28 % con respecto a los de 2021, hasta los 68.088 millones de euros, por lo que en términos brutos, su emisión ascenderá a 148.088 millones de euros.

Primer bono verde

Después de ejercicios especulando con la posibilidad de que el Tesoro estuviera preparando su primera incursión en el mercado de deuda sostenible, en 2021 se emitió el primer bono verde, el cuál recibió la “mejor calificación posible” dentro del marco de bonos verdes.

Asimismo, hubo una sobredemanda de estos bonos por parte de los inversores, con una demanda que alcanzó los 60.000 millones frente a una emisión de 5.000, permitiendo un ahorro de dos puntos básicos frente a una emisión convencional equivalente.

A su vez, al ser un bono con emisión a 20 años permitió al país complementar el aumento de la vida media con el resto de instrumentos y diversificar la base inversora, dado que el 92% de los inversores que acudieron a la emisión de los bonos verdes eran no residentes y dos de cada tres eran inversores calificados como “sostenibles”.

El Tesoro reabrirá el bono verde, con el fin de ir alcanzando volúmenes próximos al del resto de referencias y de seguir contribuyendo a la financiación de proyectos de transición ecológica. No obstante, el secretario no ha avanzado aún las fechas que barajan para esta emisión ni los detalles de la misma.