INE
El IPC se sitúa en el 10,4% en agosto y lleva ya tres meses seguidos por encima del 10%
Cae apenas cuatro décimas respecto a julio por la ligera bajada de los carburantes y tensa aún más el conflicto salarial que se recrudecerá este otoño
Los precios siguen disparados y el Índice de Precios de Consumo (IPC) marcó un 10,4% en el mes de agosto, según las últimas cifras adelantadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En julio, el indicador que mide la evolución de los precios en España batió su récord histórico, al situarse en el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984. De esta forma y de confirmarse el dato, se trataría del tercer mes consecutivo con la inflación por encima de la barrera del 10%. Tras el 8,7% al que escaló en mayo, en junio superó por primera vez la temida barrera de los dos dígitos, con un 10,2%.
Según el INE, esta evolución es debida, principalmente, a la bajada de los precios de carburantes, que subieron en agosto de 2021, y, en menor medida, al descenso de los combustibles líquidos, mayor que el registrado el año anterior. En sentido contrario, destaca el aumento de los precios, entre otros, de la electricidad, alimentación, restauración y paquetes turísticos. En el caso de la electricidad, los precios se encuentran en niveles máximos desde mediados de junio, cuando entró en vigor la llamada “excepción ibérica” para “topar” el precio del gas.
La tasa anual del indicador adelantado de la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los elementos más volátiles de la cesta de la compra como los alimentos y los combustibles, aumenta tres décimas, hasta el 6,4%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993. Los datos difundidos este martes son un avance de los datos definitivos del IPC que se publicarán el próximo 13 de septiembre. El INE elabora este indicador recogiendo aproximadamente 210.000 precios mensuales.
Otoño salarial caliente
El elevadísimo dato de agosto, sumado a las anteriores cifras registradas especialmente desde febrero, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania, supone un elemento más de tensión en el incipiente conflicto que se avecina este otoño entre los sindicatos y los empresarios a cuenta de la subida de salarios. Las previsiones del Gobierno apuntan a que la inflación cerrará el año en el 7,8%, si bien otras instituciones y organismos prevén un incremento todavía más acentuado.
Aunque el dato conocido este martes supone una pequeña moderación mensual de cuatro décimas porcentuales (del 10,8% de julio al 10,4% en agosto), lo cierto es que en el último año, respecto a agosto de 2021, el coste de la vida se ha encarecido ese citado 10,4%. Es decir, los hogares han sufrido una merma considerable de su poder adquisitivo, mientras los salarios suben a ritmos muy inferiores. Así, los salarios por convenio firmados en los seis primeros meses de 2022 registraron una subida media del 2,58%.
Yolanda Díaz vs Nadia Calviño
Con tasas de inflación por encima de los dos dígitos, las organizaciones sindicales amenazan con movilizaciones a partir de septiembre si los sueldos no suben con fuerza. Por el contrario, los empresarios apuestan por alzas moderadas que no calienten aún más la espiral inflacionista en la que está sumida la economía española. Desde el Ministerio de Trabajo, la vicepresidenta Yolanda Díaz, del sector de Unidas Podemos, alienta las protestas sindicales y tensa aún más la cuerda de la negociación, frente a la postura más moderadas del ala socialista del Ejecutivo, encabezada por la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño.
“Los sindicatos tienen toda la razón para salir a la calle contra la CEOE”, dice Díaz, ahora ligada a la nueva plataforma Sumar. Da por hecho además que no habrá acuerdo con la patronal para subir el SMI, en el que apuesta por una fuerte subida que tenga en cuenta los actuales niveles de inflación. Por el contrario, Calviño señaló este martes que la contención de la inflación es “una prioridad” para el Ejecutivo y para ello ve “clave” la moderación tanto de los salarios como de los márgenes empresariales, “para evitar entrar en una espiral inflacionista”. La ministra de Economía pronosticó que el IPC “en principio seguirá en esa senda de descenso en los próximos meses”, si bien afirmó que hay que ser “prudentes” porque todo dependerá de la marcha de factores exógenos como la guerra de Ucrania o el desabastecimiento de suministro de chips desde Asia.
Por el momento, las negociaciones entre sindicatos y patronal para lograr un pacto salarial están rotas. Los empresarios se niegan a aceptar la cláusula de revisión salarial propuesta por las centrales sindicales, que pretendían imponer un ajuste de los sueldos el próximo año en función de la inflación media al cierre de 2022. En este sentido, Lorenzo Amor (vicepresidente de la CEOE y presidente de ATA, la organización mayoritaria de trabajadores autónomos), señala que “la CEOE nunca se ha negado a subir salarios. Se niega a que se establezcan cláusulas salariales, pero no hemos bloqueado nada, ni nos hemos levantado de ninguna mesa”. Amor cree que las cláusulas de revisión no deben aplicarse de forma generalizada, sino en función de la situación de los sectores concretos. Y pone como ejemplo que mientras algunos de los convenios renovados incluyen aumentos salariales de hasta el 6%, otros se quedan en el 1%.
Este choque entre patronal y sindicatos ha llevado a que solo se hayan firmado 450 convenios en lo que va de año, según el Ministerio de Trabajo, menos de una tercera parte de los que se habían rubricado en el mismo mes del año pasado (1.409). “Es evidente que hay que presionar, sobre todo a CEOE, y en cada uno de los sectores, para abrir las mesas y reconducir el problema”, asegura a Efe el secretario confederal de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Mariano Sanz, que pide “buscar formulas para evitar que haya una perdida tan grande de poder adquisitivo”.
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