Empresas
Blockchain al servicio de la sostenibilidad
Ecoembes y Minsait desarrollan una propuesta para transitar hacia la economía circular
La tecnología y la innovación son grandes aliados para la incorporación de soluciones sostenibles a los actuales procesos de producción y consumo bajo el paraguas de la economía circular. El ya madurado Big Data, el IoT o la inteligencia artificial ayudan a hacer un mejor uso de los recursos naturales, mientras el blockchain, que genera beneficios en materia de responsabilidad medioambiental mediante la transformación de los procesos tradicionales, se abre camino con fuerza.
La capacidad de gestionar y hacer circular información en términos de inmutabilidad, almacenamiento de datos masivos y conectividad al servicio de la sostenibilidad que ofrecen tecnologías como el blockchain se han convertido en aliados clave para empresas y administraciones públicas a la hora de cumplir los objetivos que marcan las agendas mundiales.
Soluciones reales
Aplicado al reciclaje, el blockchain ofrece la posibilidad de mejorar el proceso tradicional fomentando un modelo de confianza gracias a una mayor transparencia de la cadena logística. Otras ventajas pasan por el control que ofrece sobre la información de todo el proceso; el establecimiento de contratos inteligentes; la generación de evidencias documentales; una reducción de los costes de operación; y un claro aumento de la transparencia. Las empresas que asesoran sobre su implementación en los sistemas de las compañías son ahora claves para el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad de las industrias y ganan cada vez más relevancia.
Ecoembes, la organización que contribuye a que la sociedad colabore cada vez más con el reciclaje de los envases a través del contenedor amarillo y azul en España, y Minsait, una compañía de Indra, presentaron en 2020 CircularTrust, una propuesta para fomentar el traspaso hacia la economía circular en España.
Empleando el blockchain como tecnología, Minsait ha desarrollado para Ecoembes esta propuesta creando un ecosistema que involucra a diferentes actores de la economía circular. CircularTrust está diseñado para optimizar el proceso de selección, recogida y reciclaje de residuos, reduciendo sus costes e impacto medioambiental y aumentando la transparencia de todo el proceso.
Se trata de una red de registros distribuidos que permite que todos los stakeholders que intervienen en el ciclo de selección, recogida y reciclaje de envases –administraciones públicas, entidades locales, operadores, recicladores y otras organizaciones– puedan acceder a todos los datos del sistema y acelerar las transacciones vinculadas al proceso y mejorar en clave sostenible todos los puntos necesarios.
Otra propuesta de Minsait y Ecoembes para una mejor gestión de los residuos es SmartWaste, dentro de TheCircularLab, el centro de innovación abierta de Ecoembes, que recopila datos durante el proceso de recogida y selección de residuos a través de sensores incorporados en los camiones, de sistemas de GPS y lo último en tecnología en las plantas de selección. Asturias, La Rioja y Castilla-La Mancha ya han sido comunidades autónomas donde se ha puesto a prueba el proyecto.
Participación ciudadana
La tecnología también implica a la ciudadanía en la preservación de la biodiversidad y el respeto al medio ambiente. RECICLOS, proyecto que también forma parte de TheCircularLab, un Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) para la promoción del reciclaje a través de un sistema de puntos y recompensas.
Estas recompensas se traducen en donaciones a proyectos medioambientales y sociales, descuentos en el transporte público o productos facilitados por comerciantes locales. Este proyecto cuenta con la colaboración de Minsait y Blue Room Innovation, y también se despliega sobre la red blockchain de CircularTrust.
Las recompensas derivadas de la buena praxis de los ciudadanos y que RECICLOS registra y luego transforma en acciones sociales ya se han implantado en diferentes zonas del territorio, fomentando la participación ciudadana en clave sostenible. En Bullas, Murcia, los vecinos ya han ayudado a cuidar y transformar en zonas verdes lo que antes eran vertederos, y en Getafe se han plantado árboles en zonas cercanas a colegios. En Valls, Tarragona, se ha donado material sanitario para prevenir la COVID-19 en familias en riesgo de exclusión social y en Sevilla los vecinos han colaborado con Banco de Alimentos en una despensa solidaria.
Para que el correcto uso de estas tecnologías resulte en modelos más cercanos al cuidado de la naturaleza, es necesario que los negocios operen sobre tres ejes: la disrupción interna, o responsabilidad de los líderes empresariales en definir el papel de la organización en relación a la transformación global sostenible; la acción colectiva, alcanzando compromisos con responsables políticos, comunidades científicas, líderes de otros sectores industriales y consumidores; y la visión a largo plazo, apostando por la cultura de innovación y el espíritu transformador sostenible.
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