El PP busca desenmascarar los datos de empleo exigiendo saber cuál es el “paro efectivo”

El Gobierno está aprovechando los datos de empleo para aparentar que está haciendo una buena gestión de la economía a pesar del terremoto de la pandemia y de la guerra de Ucrania. De hecho, Pedro Sánchez, siempre que puede, esgrime el paro para reivindicar su política económica. Y, a primera vista, con los datos de paro en la mano, España dispone de buenas cifras desde una perspectiva histórica: la tasa está ahora en el 12,67%, un dato que no se veía desde hace 14 años (tercer trimestre de 2008), justo cuando la crisis económica empezaba ya a mostrar su virulencia. Ese 12,67% es una cifra relativamente buena en España, pero sigue siendo muy mala si se compara con el resto de países europeos (la media de la zona euro está en un 7,6%).

En cualquier caso, yendo aún más al detalle, los datos de empleo cuentan con dos factores que han contribuido a maquillar las cifras. Por un lado, el empleo público: según la Encuesta de Población Activa, una tercera parte de todo el empleo que se ha creado desde que llegó Sánchez al Gobierno en junio de 2018 ha sido público. Así, en junio de 2018, había 19,3 millones de empleados, de los cuales 3,1 millones eran públicos. Ahora, hay 20,5 millones de empleados, pero de los cuales hay 3,5 millones en el sector público. Es decir, de los 1,2 millones de empleos que se han creado, 400.000 corresponden al sector público.

Por otro lado, el fomento de los contratos fijos-discontinuos para restringir al máximo los temporales a raíz de la contrarreforma laboral aprobada en febrero ha maquillado también las cifras de paro. Habitualmente, en el mes de octubre siempre aumentaba el paro porque suele ser el momento en que cesan muchas actividades temporales; sin embargo, este año ha bajado el paro, algo inédito. Y eso ha sido posible gracias al mecanismo de los contratos fijos-discontinuos, donde los contratados no cuentan como parados pese a que dejen la actividad y cobren la prestación por desempleo. Es decir, al fin y al cabo, acaban maquillando los datos de empleo.

Y es este segundo factor donde el PP busca que se tomen medidas ya que considera que falta transparencia con los datos reales de paro e insta al Gobierno a modificar la elaboración de las estadísticas: en concreto, en una proposición no de ley que se debatirá este martes en el pleno, los populares piden elaborar “un indicador complementario” que compare, junto con el paro registrado, el paro efectivo. “Entendiendo como paro efectivo, la suma de los demandantes de empleo parados y aquellos demandantes de empleo con relación laboral (entre los que se encuentran los fijos discontinuos)”, señalan.

Asimismo, en la propuesta piden clarificar el tratamiento estadístico de los trabajadores fijos discontinuos y actualizar estos datos desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2022; publicar información desagregada con efectos retroactivos desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2022; y, adoptar medidas que contribuyan a fomentar la transparencia de los datos y estadísticas publicadas por el SEPE y el Ministerio de Trabajo a fin de facilitar el seguimiento de la evolución del mercado laboral.

Los populares aducen que “las empresas se han visto obligadas a utilizar contratos fijos discontinuos para cubrir actividades temporales”. “Podemos decir que los contratos fijos discontinuos han venido a reemplazar a los contratos temporales prohibidos por la reforma laboral”, argumentan en la propuesta, y aunque reconocen que los fijos-discontinuos tienen “más garantías” para el trabajador que un contrato temporal (como antigüedad o mayor indemnización en caso de despido), es igual de inestable”. “Según los datos publicados por SEPE, durante los 10 primeros meses del año 2021 se suscribieron 211.721 contratos fijos discontinuos, durante el mismo periodo del año 2022, se han suscrito 1.928.701 contratos de esta modalidad, lo que supone un incremento del 811 %”, resumen en la exposición de motivos de la PNL.

“La diferencia es que el trabajador temporal contabiliza como parado cuando se extingue su contrato, mientras que el trabajador fijo discontinuo, aunque esté en su casa sin trabajar, sin cotizar y cobrando el paro no cuenta como parado a efectos de las estadísticas, sino como ocupado. De esta manera, desde el punto de vista estadístico los contratos indefinidos se han multiplicado (aunque sea un contrato indefinido que suponga trabajar un solo mes al año) y los contratos temporales se han reducido significativamente”, señalan, advirtiendo contra el “triunfalismo” del Gobierno con los datos maquillados de paro.