Movilidad

Los conductores de VTC franceses pactan un salario mínimo por viaje de 7,65 euros y los “riders” ya negocian un acuerdo similar

Los representantes de los trabajadores autónomos han acordado con las plataformas un incremento del salario mínimo del 27%, independientemente de la aplicación que utilicen

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Los conductores autónomos franceses de VTC cobrarán un salario mínimo de 7,65 euros por viaje, un 27% más que los seis euros que se les abonaban hasta el momento. Tras varios meses de negociaciones, los representantes electos de los conductores y plataformas independientes de VTC han firmado un primer acuerdo que fortalece las condiciones laborales de los trabajadores autónomos en Francia. Esta mejora también podría extenderse a los repartidores autónomos, que llevan desde octubre negociando la implantación de un salario mínimo por reparto y cuya conclusión llegará en las próximas semanas.

Las negociaciones sectoriales entre las plataformas y los sindicatos comenzaron en Francia en octubre de 2022. Este mecanismo sin precedentes en Europa fue diseñado por el gobierno francés para fortalecer la protección, los derechos y los ingresos de los trabajadores autónomos de plataformas en el espacio de transporte compartido y “delivery”. Es administrado por ARPE, una autoridad estatal independiente establecida en 2021. ARPE organizó en mayo de 2022 las primeras elecciones de representantes para los 120.000 trabajadores autónomos que utilizan plataformas de transporte y “delivery” en Francia.

Después de varios meses de negociaciones, los representantes de los conductores de VTC y plataformas digitales como Uber han llegado a un acuerdo sobre el ingreso neto mínimo por viaje, así como un acuerdo sobre el método para las próximas rondas de negociación, por lo que se prevén más acuerdos próximamente.

El acuerdo fija el ingreso mínimo por viaje que perciben los conductores en 7,65 euros. Esto significa que, independientemente de la aplicación que utilicen, los conductores tendrán la garantía de recibir al menos 7,65 euros. Este aumento del salario mínimo, que antes era de 6 euros, afectará principalmente a los viajes de menos de 3 km y podría tener efectos beneficiosos sobre la demanda y mejorar la fiabilidad de los viajes cortos al reducir el tiempo medio de espera en alrededor de un minuto.

Laureline Serieys, directora general de Uber en Francia, comenta: “El diálogo social es un mecanismo poderoso que responde a dos de las necesidades fundamentales de los conductores de VTC: contar con la libertad, flexibilidad y control para ser su propio jefe al mismo tiempo que se asegura una mayor protección y derechos. Nuestro objetivo con esta primera ronda de negociaciones era el de garantizar mejoras concretas en las condiciones de trabajo de los conductores. Este acuerdo de negociación sectorial, que fija un umbral mínimo para todo el sector, es un primer paso importante para proteger sus ingresos. Estamos comprometidos a continuar dando pasos en esta línea, acompañados por los representantes sindicales, para dar forma al futuro del sector”.

¿Esta medida sería posible en España?

El sector de los VTC considera que la hiperregulación del mercado español está impidiendo que los trabajadores autónomos de plataformas puedan acceder a mejoras en sus condiciones salariales y laborales en general. Una medida de este calibre no se podría adoptar en España porque buena parte de las licencias de VTC dependen de un intermediario.

En cuanto al sector del reparto de comida, en España tanto Glovo como Uber Eats operan parcialmente con autónomos, alegando que su modelo esquiva la presunción de laboralidad de la “Ley Rider”. Estos trabajadores no tienen reconocido el derecho a representación sindical, reservado para los repartidores asalariados. Por lo tanto, si las asociaciones de “riders” autónomos se sentaran a hablar con las empresas para reclamar un salario mínimo su poder de negociación sería nulo y quedarían a merced de la decisión empresarial. Así, este salario mínimo para repartidores autónomos que se está estudiando en Francia debería ser una concesión de las plataformas de reparto en España, que se topan con la posibilidad de que esta mejora de condiciones pueda conllevar un incumplimiento de la “Ley Rider”. Solo la voluntad empresarial por lograr un acuerdo y un estudio en detalle del impacto de este salario mínimo en la normativa “rider” podrían hacer posible esta medida, aunque el sector no se ha pronunciado al respecto.

A diferencia de España, donde la “Ley Rider” establece la presunción de laboralidad para todos los repartidores de plataformas, Francia tiene regulado el “Auto-entrepreneur”, una figura laboral que permite que los trabajadores de plataformas digitales operen plenamente como autónomos. “Si bien es cierto la figura existe desde 2009, se reforzó en 2016 para incentivar la creación de trabajo en plataformas digitales, estando desde 2018 plenamente legislado”, explicaba Gustavo Gaviria, portavoz de la asociación Repartidores Unidos, a LA RAZÓN.