Macroeconomía

Alarma por el parón económico: la eurozona entra en recesión técnica tras contraerse un 0,1% en el primer trimestre

Se trata de la primera recesión registrada en la economía de la zona euro desde la pandemia

La alargada sombra de la economía alemana sobre la eurozona ha provocado un inesperado tropezón de la economía europea, que empieza a dar síntomas de estancamiento en su crecimiento tras entrar en recesión técnica en el primer trimestre del año, después de sumar dos contracciones consecutivas del PIB de un 0,1%, en el cuarto trimestre de 2022 y en el primero de 2023, por lo que la oficina estadística comunitaria Eurostat ha revisado dos décimas a la baja su anterior estimación, publicada a mediados de mayo, que apuntaba a una expansión del 0,1% del PIB de la eurozona entre enero y marzo. Es el primer síntoma de recesión desde el primer aviso que se produjo en el primer y el segundo trimestre de 2020, pero en ese caso justificado por el impacto de la pandemia y de las restricciones ordenadas por todos los gobiernos europeos.

La economía marca así una caída inesperada para los analistas, que daban por superado el parón económico que se apuntaba el cierre del pasado año. Pero el estancamiento de Alemania, el principal motor económico de la eurozona, sobre el que se preveía un crecimiento cero entre enero y marzo, ha derivado en una contracción del 0,3%, que unida a la caída del 0,5% del último trimestre de 2022 ha precipitado el desplome general, al que se unieron economías hasta ahora boyantes como Irlanda (-4,6%); Lituania (-2,1%), y Países Bajos (-0,7%). Sólo el buen comportamiento de las otras tres mayores economías de la UE ha evitado una cuña más profunda. Así, Italia fue la que más creció en el primer trimestre de este año (0,6%), seguida de España (0,5%) y Francia (0,2%). A ellas se unieron en positivo Polonia (+3,8%), por delante de Luxemburgo (+2%) y Portugal (+1,6%), mientras el resto sufrió un claro estancamiento.

Al menos la actividad económica del conjunto de la UE registró un incremento del 0,1% en el primer trimestre de 2023, evitando, en este caso sí, la recesión técnica tras un último trimestre de 2022 con un descenso del 0,2%. En términos desestacionalizados, los volúmenes del PIB en la zona euro y la UE crecieron un 2,2% y un 2,9%, respectivamente, superiores al nivel registrado en el cuarto trimestre de 2019, antes de la pandemia. En términos interanuales, el mayor crecimiento del PIB se registró en España (+3,8%), por delante de Chipre (+3,4%) y de Malta (+3,2%), mientras que las mayores contracciones se observaron en Estonia (-3,7%); Lituania (-2,7%) y Hungría (-1,1%).

En cuanto al estudio de cada componente del PIB, el consumo final de los hogares cayó un 0,3% entre enero y marzo tanto en la eurozona como en los Veintisiete, mientras que el gasto público aumentó un 1,6% en los países de la moneda común y un 0,9% en todo el bloque. Asimismo, la inversión (formación bruta del capital fijo) se expandió un 0,6% en la zona euro y un 0,3% en la UE, las exportaciones descendieron un 0,1% en ambas áreas y las importaciones se redujeron un 1,3% también en las dos zonas geográficas.