Energía

Alemania y otros 6 países se rebelan contra la reforma del mercado eléctrico que propone España

Advierten por carta a la Comisión Europea de que una reforma en "modo crisis" puede socavar los objetivos climáticos. Se oponen a que Bruselas extienda la posibilidad de capturar los beneficios extraordinarios de las energéticas

Teresa Ribera dice que el pacto Govern-PSC "se impone sobre la visión que priorizaba las banderas"
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera Europa Press

Alemania y otros seis países de la UE sostienen que el mercado eléctrico europeo ha probado ser "resiliente" durante la emergencia energética del 2022 y han advertido por carta a la Comisión Europea contra una reforma en "modo crisis" que pueda socavar los objetivos climáticos. "La integración del mercado eléctrico de la UE durante la última década ha traído enormes beneficios para la UE" y "cualquier reforma que vaya más allá de los objetivos los ajustes al marco existente deben estar respaldados por una evaluación de impacto en profundidad y no debe adoptarse en modo de crisis", recoge la misiva que ha obtenido EFE.

La carta, que firman también Dinamarca, Países Bajos, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Estonia, subraya que el 2022 ha sido un año excepcional en lo energético por una triple crisis: la "guerra" energética de Rusia contra la UE, la paralización de casi la mitad del parque nuclear francés y la escasa generación hidroeléctrica como consecuencia de una sequía histórica. Ese grupo de países quiere, en concreto, que la futura reforma mantenga los beneficios que ha generado el actual diseño de mercado, como "precios mayoristas más bajos, mayor seguridad de suministro y la posibilidad de integración a gran escala de energías renovables".

Al emprender esa reforma, advierten, la UE "no debe perder de vista lo que se necesita para lograr el objetivo principal: los ambiciosos objetivos climáticos y energéticos a mediano y largo plazo, al tiempo que garantiza la seguridad del suministro y precios asequibles". "Es crucial que los intentos de abordar el desafío de los precios asequibles los precios de la electricidad y la seguridad del suministro no pongan en peligro los esfuerzos de descarbonización y el buen funcionamiento de el mercado de la electricidad", insisten esos países, frente a Estados miembros como España o Francia que abogan por una reforma de calado.

Los firmantes de la carta se oponen, por ejemplo, a que Bruselas extienda la posibilidad de capturar los beneficios extraordinarios de las energéticas (beneficios caídos del cielo) ya que "podría comprometer la confianza de los inversores en las inversiones necesarias" en una transición energética que requerirá 487.000 millones de euros entre 2021 y 2030, según cálculos de la Comisión. La Comisión tiene previsto publicar a mediados de marzo su propuesta de reforma del mercado eléctrico, que deberá negociarse a continuación con los Estados miembros, representados en el Consejo de la UE, y con el Parlamento Europeo.