La amenaza de los aranceles espolea las exportaciones de vino español a EE UU, que se disparan un 18%

José Andrés Zapatero, propietario de El Lagar de Isilla, bodega que produce vinos con denominación de origen Ribera del Duero, cuenta a LA RAZÓN que llevaban bastante tiempo sin exportar a Estados Unidos. Sin embargo, Zapatero asegura que, en el arranque de este año, "nos han hecho pedidos que estamos preparando porque quieren tener producto de cara a una posible imposición de aranceles".

El caso de El Lagar de Isilla es un claro ejemplo de cómo la amenaza de Donald Trump de aplicar aranceles a casi todos los países, y de forma especial a algunos productos como el vino, está espoleando las exportaciones de caldos españoles con destino a la primera potencia económica del mundo para llenar las cavas y adelantarse así a los posibles recargos si las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea fracasan.

Según datos del Departamento de Aduanas analizados por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), las exportaciones de vino español con destino a los Estados Unidos se dispararon en el primer trimestre un 8% en valor, hasta los 88,5 millones de euros; y un 15% en volumen, hasta los 17,4 millones de litros. Según esta organización sin ánimo de lucro que agrupa a las entidades representativas de la cadena de valor del sector vitivinícola español, España es el cuarto mayor exportador de vino a EE UU tras Francia, Italia y Nueva Zelanda.

Las exportaciones se han acelerado de tal modo que Regiones como Murcia exportaron ya en los dos primeros meses del año vino a EE UU por un valor equivalente al de todo el que le vendieron el año pasado, según aseguró hace unos días su consejera autonómica de Empresa, Marisa López Aragón.

Desde la Federación Española del Vino (FEV) consideran que el avance es probable que tenga que ver en parte con ese deseo de adelantar compras del mercado americano para amortiguar el impacto de unos posibles aranceles. El 5 de abril de 2025 entró en vigor en EE UU un arancel universal del 10% aplicable a todos los productos importados. Adicionalmente, el presidente Trump anunció la imposición de aranceles "recíprocos" específicos, que en el caso de la Unión Europea supondrían un recargo adicional del 20%. Sin embargo, estos aranceles no se han implementado, ya que el 9 de abril se decretó una pausa de 90 días para dar margen a posibles negociaciones.

Grave perjuicio

De entrar en vigor, estos aranceles provocarían un importante quebranto en el sector vinícola español. Para las bodegas españolas, el mercado estadounidense es el segundo mayor destino de exportación en general y el primero en el caso de los vinos espumosos, representando aproximadamente un 13% de las ventas exteriores totales. El año pasado, exportaron a Estados Unidos 97 millones de litros por un valor de alrededor de 390 millones euros.

Como ha expuesto la FEV, organización privada que agrupa a más de 950 bodegas que representan el 83% del valor del vino embotellado en España, el mercado de Estados Unidos es fundamental para la sostenibilidad económica del sector vitivinícola de la UE y no existe ahora mismo un mercado vitivinícola alternativo que pueda compensar la pérdida de sus ventas.

El daño, han expuesto desde esta organización de bodegas, sería especialmente grave para las pymes, que son el 99% de las bodegas españolas, dado que tienen menor capacidad para diversificar sus exportaciones y dependen más de los principales mercados de exportación, además de que tienen menor capacidad económica para afrontar situaciones complicadas como esta.

Al sector, al menos, le queda el consuelo de que tiene experiencia con crisis de este tipo, como ha demostrado con el Brexit. Ahora mismo, Reino Unido es el primer mercado de los vinos envasados no espumosos con 83,4 millones de litros exportados en comparativa interanual a marzo de 2025.