
Contratos temporales
La ultra‑temporalidad se dispara en España: cada vez más contratos duran menos de una semana
Pese a la penalización que afrontan las empresas por este tipo de vínculos, la ultra‑temporalidad sigue siendo habitual en sectores como la hostelería, los eventos o la tecnología

En los siete primeros meses del año se han firmado en España 1,94 millones de contratos de menos de una semana. Según datos del SEPE, suponen el 64% del total de vínculos temporales de menos de un mes, que ascendieron a más de tres millones en el mismo periodo. Aunque la penalización por este tipo de contratos se ha elevado a 32,6 euros al mes, el recurso a esta fórmula crece. Para los afectados, como Antonio, Marina o Eva, el fenómeno se traduce en incertidumbre y tensión constante: “No sabes si el mes siguiente seguirás cobrando”, resume uno de ellos.
El fenómeno se extiende a festivales, ferias, rodajes y pequeñas empresas que recurren a la contratación exprés pese al recargo que conlleva. La normativa obliga a abonar una penalización de 32,6 euros cuando el contrato dura menos de un mes, un incremento del 4,4% respecto al año anterior. Aun así, tanto los contratos de menos de un mes como los inferiores a siete días han aumentado respecto a 2022.
Vidas condicionadas por contratos exprés
Muchos de estos jóvenes denuncian que resulta casi imposible acceder a una hipoteca, alquilar con garantías o incluso solicitar un préstamo. En la hostelería y los eventos se suman prácticas de explotación, mientras que en sectores emergentes como el audiovisual se normalizan las jornadas sueltas como puerta de entrada.
Para buena parte del profesorado, los contratos exprés son ya un rasgo estructural del mercado laboral: una fórmula que las empresas continúan utilizando pese al recargo, y que obliga a miles de trabajadores a aceptar cualquier oferta con tal de no quedar fuera.
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