Entrevista
Ángela Botelho: «Empresa y universidad deben ir de la mano para responder a la demanda»
Ángela Botelho, senior manager de Integrated Talent Management de Philip Morris International, explica los programas de que dispone la compañía para potenciar la carrera profesional de sus trabajadores
Desde hace años, en Philip Morris se está llevando a cabo una transformación sin precedentes con el objetivo de acabar, cuanto antes, con el cigarrillo a través del desarrollo de alternativas sin combustión ni humo avaladas científicamente como mejores opciones que seguir fumando. Es decir, la ciencia y la innovación son claves para su empresa.
En este contexto, ¿cómo integran en su empresa los nuevos modelos de talento combinado con lo que se conoce como las soft skills?
La propia naturaleza de nuestro negocio hace que su complejidad aumente cada día. Por lo que, para manejar este contexto, no solo necesitamos el mejor talento en habilidades técnicas como la ciencia o ingeniería, por ejemplo, sino que también necesitamos de las soft skills, que hacen que las personas sean versátiles y capaces de aprender continuamente.
En una empresa como la nuestra, necesitamos que el desarrollo de nuestros empleados vaya a la par de las exigencias del entorno. Pasar de ser una empresa de cigarrillos a ser una empresa sin humo líder en el mundo requiere una revisión holística de todo el modelo de negocio y de nuestra propuesta de valor.
Por ello, necesitamos contar con un equipo adecuadamente formado y comprometido con nuestra visión y nuestros objetivos.
La forma en la que hacemos negocios se ha redefinido por completo y, por ello, no debemos seguir con los mismos modelos de formación tradicionales. Necesitamos empleados con capacidad de razonar y de generar pensamiento crítico.
¿Qué acciones concretas están promoviendo para impulsar la cultura del aprendizaje continuo entre sus empleados?
Cuando comenzamos a trabajar en las alternativas sin humo, realizamos un gran esfuerzo de formación interna a todas las áreas, con el objetivo de trabajar de forma más rápida y experimental. En Philip Morris invertimos en actualizar el conocimiento y aprendizaje de nuestros empleados, al tiempo que contratamos los mejores talentos y adquirimos nuevas capacidades.
En un entorno en el que la tecnología evoluciona a la velocidad de la luz y las tendencias de mercado no cesan, el aprendizaje continuo a lo largo de toda la trayectoria profesional es un must. Pero es un reto tanto para el empleado como para el departamento de RRHH, que tiene que saber motivar a las personas a buscar voluntaria y proactivamente fuentes de conocimiento para desarrollar su propio crecimiento personal y profesional.
Por supuesto, en todo este camino, la relación con las universidades y las escuelas de negocio ha jugado un rol muy importante. Gracias a ellas hemos podido desarrollar programas de talento que nos permiten encontrar y generar esas capacidades y competencias diferentes que necesitamos para hacer frente a la transformación.
Como referencia, ponemos a disposición de todos nuestros empleados más de cuarenta mil cursos de formación online, y ya en 2024 sumamos más de diez mil horas en formación, de las cuales más de la mitad se destinaron a la formación en soft skills, como la inteligencia emocional, resiliencia profesional, certificados de gestión de habilidades con inteligencia artificial, etc.
¿Qué papel pueden jugar los propios empleados en la autogestión de su aprendizaje y desarrollo profesional?
Lo es todo. No podemos seguir apoyándonos en el modelo tradicional donde la responsabilidad de la formación y el crecimiento del empleado recae en la empresa. Es el propio empleado quien debe ser proactivo en su desarrollo y formación.
Las empresas debemos garantizar que el empleado cuente con todas las herramientas y recursos necesarios para que el empleado consiga su máximo desarrollo; pero es el empleado, al fin y al cabo, el dueño de su crecimiento.
¿Cómo se puede motivar a los trabajadores para que asuman un rol activo en su propio desarrollo profesional, más allá de la formación obligatoria?
Somos conscientes de que la captación externa de talento por sí sola no nos proporcionará todas las capacidades que necesitamos. Por ello, la creación de oportunidades para que los empleados puedan mejorar, actualizar y adquirir nuevas experiencias es igualmente importante, si no más.
Gran parte de este desarrollo de los empleados proviene de recibir apoyo y tener espacio para aprender «en el trabajo», así como de tener acceso a oportunidades para contribuir a proyectos fuera de su papel y responsabilidades tradicionales.
Hoy no basta con ser experto en un solo tema. Cada vez más se tiene en cuenta la capacidad de adquirir conocimientos multidisciplinares y aplicarlos de manera creativa en nuestro entorno laboral.
El aprendizaje de nuevas habilidades permite a los empleados co-crear su crecimiento en línea con la evolución de las necesidades de la empresa. También refuerza su sentido de pertenencia y les ayuda a reconocer la contribución positiva que hacen a la empresa.