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Fiscalidad

La Autoridad Fiscal acusa a la Administración de "incumplir" constantemente el marco fiscal y exige su reforma integral: "Si no, está abocado al fracaso"

La Airef reclama reglas fiscales "sólidas y coherentes" para que se cumplan los objetivos presupuestarios, porque ahora son "inaplicables"

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, durante la presentación LUIS MILLÁNEFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha cargado con dureza contra el nuevo marco fiscal aprobado por el Gobierno por sus "problemas de diseño e implementación, que han socavado su eficacia y han llevado a las reglas fiscales a un bajo nivel de cumplimiento". Así se manifestó la presidenta del organismo fiscal, Cristina Herrero, que ha reprochado la "falta de consistencia" del Plan Fiscal por "las múltiples reglas y objetivos que existen, los problemas de coordinación entre administraciones" y la aplicación de un sistema "excesivamente estricto en medidas correctoras que resulta inaplicable. Necesitamos un marco coherente y con medidas claras y no arbitrarias, con una cooperación, coordinación y coherencia que este marco fiscal no cumple, con ninguna de ellas".

Herrero ha insistido en que el marco fiscal nacional debe "adaptarse a las novedades, requisitos y orientación del marco fiscal europeo" tras su reforma el pasado año. Para ello, cree que lo adecuado sería reformar la ley orgánica de estabilidad presupuestaria para ello, pero ha señalado que, si esto no es posible, hay un "amplio margen de mejora" sin necesidad de modificar esa norma. Por eso, la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló la semana pasada que "antes de que acabe el año" aprobará dos decretos para adaptar el marco fiscal nacional al europeo, aunque el bloqueo parlamentario puede impedir su aplicación.

Herrero, en un durísimo análisis, avisa de que este marco fiscal "está abocado al fracaso por la falta de credibilidad de la regla de gasto nacional, que genera incertidumbre y falta de aplicabilidad, además de que impedirá el cumplimiento con las reglas europeas". Es más, estima que el Gobierno no ha cumplido con sus propias reglas, aprobadas con anterioridad y que él mismo activó porque, si hubiera sido así, "con el cumplimiento de las reglas año a año y de manera estricta desde su entrada en vigor, la deuda pública estaría ahora en torno al 69%". Por eso cree que el ajuste diseñado es "poco creíble e inaplicable".

El supervisor fiscal ha afeado tanto al Gobierno como al resto de las Administraciones que hayan incumplido sistemáticamente las reglas fiscales. Desde 2013, el objetivo de déficit sólo se cumplió tres veces y el objetivo de deuda pública solo se incumplió en 2013 y 2019. Pese a ello, el incumplimiento habría llevado esta deuda hasta el 97,7%, en vez de haber bajado hasta el 80,2% en 2019, "aunque por los ajustes exigidos, ya se veía que era poco factible que se alcanzara", ha señalado Herrero.

En esta situación, para que todas las Administraciones contribuyan al cumplimiento de los objetivos, la Airef plantea que tanto la Administración Central, como Seguridad Social, comunidades autónomas y grandes entidades locales deben "hacer su propio plan fiscal estructural, como el que ya exige Bruselas a nivel nacional", además de armonizar la regla de gasto nacional y la europea, y redefinir el procedimiento de fijación de objetivos transparente y fundamentado".

La Airef recuerda que el Gobierno está obligado a transponer e implementar el marco fiscal exigido desde Bruselas, pero el plan fiscal estructural presentado solo recoge "un compromiso, no hay detalles ni objetivos claros ni una estructura consistente y, además, se ha hecho sin la participación de las Administraciones territoriales". En concreto, ha detectado "múltiples debilidades en los mecanismo, reglas y sistemas de control. Existen demasiadas normas de cumplimiento simultáneo, como la regla de gasto, la regla de déficit y la regla de deuda, que provocas falta consistencia entre ellas, porque los objetivos de estabilidad presupuestaria se han fijado sin tener en cuenta la propia regla de gasto ni la situación de partida de cada Administración".

También el supervisor fiscal ha detectado debilidades en el sistema de medidas correctoras porque resultan "inaplicables y no gradúan su intensidad dependiendo de la magnitud, la causa o la reiteración de la desviación porque generan costes económicos y se disparan las cargas burocráticas".

Herrero también ha avisado del choque que se ha provocado con la reforma del marco fiscal europeo, que pedía una mayor orientación a medio plazo, el establecimiento de compromisos diferenciados por países en torno a una regla cuantitativa, una senda de gasto primario neta de medidas de ingresos, y el fortalecimiento de la apropiación nacional para favorecer el cumplimiento.

Para la Airef, con el marco fiscal del Gobierno español, se ha provocado un "aumento de la incertidumbre, que debilita su aplicación y dificulta las medidas de control" porque "no contiene escenarios macroeconómicos y fiscales completos, y no concreta las medidas y reformas". Además, afea al Ejecutivo que "este marco fiscal se haya puesto en marcha sin la participación del Parlamento, las distintas Administraciones y la propia Airef", por lo que "pierde su eficacia y su eficiencia, resulta inaplicable y no tiene en cuenta la descentralización del sistema territorial de nuestro país".

En este contexto, la Autoridad Fiscal reclama al Gobierno "revisar el sistema de reglas fiscales numéricas y armonizarlas con la europea; fijar objetivos con criterios transparentes y explícitos, que tenga en cuenta la situación de partida de las diferentes Administraciones; que el plan fiscal sea una auténtica estrategia fiscal a medio plazo, realista y creíble, y que se amplíe el Informe Anual de Progreso; obligar a todas las Administraciones y a la Seguridad Social a elaborar su propio Plan para asegurar la coherencia entre la planificación presupuestaria a medio plazo de cada Administración; y fortalecer la credibilidad, eficacia y aplicación de las medidas preventivas y correctoras, con medidas claras y no arbitrarias".

Con estas premisas, el supervisor pide al Gobierno que debería reformular este marco fiscal para "racionalizar el sistema, eliminando las reglas de cumplimiento forzoso con escasa credibilidad y con una mayor gradualidad; fijar plazos máximos predefinidos de estas reglas; reformar el sistema de incumplimientos con un enfoque más flexible y plurianual con medidas de control externas e independientes; extender la medidas preventivas a la Administración Central para materializar riesgos de incumplimiento antes de que ocurran y sustituir los acuerdos de no disponibilidad de gasto por revisiones de gasto obligatorias".

Asimismo, la Airef critica que la reforma del marco fiscal tiene unas "perspectivas inconcretas", con unos mecanismos extraordinarios de financiación "debilitados", lo mismo que los incentivos y los ingresos, lo que incide negativamente en el cumplimiento del marco fiscal nacional. Por todo ello, reclama "desarrollar la eficiencia, eficacia, lealtad institucional y transparencia de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria; reformular los mecanismos extraordinarios de financiación para promover su vuelta a los mercados; ampliar la regulación de la cláusula de escape, en línea con el marco europeo; eliminar las disposiciones que no sean aplicables ni exigibles; y adaptar el marco legal de funcionamiento de la Airef al nuevo marco europeo y nacional".