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El Banco de España cierra 2023 sin beneficios por primera vez en su historia
Las subidas de tipos ponen fin al ciclo expansionista. La entidad libera 6.600 millones de provisiones para esquivar pérdidas y anticipa que esta situación, que también atraviesan el BCE y otros bancos centrales, se prolongará
El Banco de España cerró el ejercicio 2023 con un beneficio cero, un resultado sin precedentes motivado en parte por el incremento de los tipos con los que remunera a los bancos comerciales, por lo que la entidad no ha hecho su habitual contribución a las arcas públicas.
Las cuentas anuales divulgadas este miércoles muestran que el año pasado la brecha entre gastos e ingresos fue de 6.612 millones de euros, lo que ha llevado al banco central a aplicar provisiones por ese importe para que el resultado del ejercicio sea nulo.
El Banco de España anticipa que la ausencia de beneficios, una situación que atraviesan asimismo el Banco Central Europeo (BCE) y otras entidades centrales de la eurozona, se prolongará durante "algún ejercicio más".
El escenario no compromete el margen de maniobra para cumplir sus funciones, ha recalcado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en un escrito en la página web de la entidad, que en 2022 acumulaba una provisión de 33.000 millones de euros. Ese colchón servirá para "cubrir con holgura el desfase temporal entre ingresos y gastos financieros", ha afirmado el gobernador.
Las políticas monetarias no convencionales de la última década, en combinación con las subidas de tipos de interés iniciadas en 2022 para combatir la inflación explican la nueva situación, que pone fin a un ciclo expansionista en el que el Banco de España ha generado unos beneficios medios de 2.116 millones anuales, entre 2014 y 2022.
La cuenta de resultados de 2023 refleja que los ingresos netos por intereses de la entidad han pasado de 4.190,30 millones de euros el ejercicio anterior una cifra negativa de 8.900,69 millones el año pasado. En conjunto, el total de ingresos netos ha pasado de 2.982,27 millones de euros en 2022 -un ejercicio que se cerró con un beneficio neto de 2.402,60 millones- a 624,17 millones en 2023. Los depósitos en euros mantenidos por entidades de crédito de la eurozona crecieron a su vez, desde 247.502,15 millones hasta 257.755,85 millones.
Balanzas desequilibradas
El desfase entre ingresos y gastos financieros del Banco de España es similar al que están registrando bancos centrales en todo el mundo ante un entorno de tipos altos que ha desequilibrado sus balanzas.
El propio BCE recurrió a 1.600 millones de sus provisiones de riesgos financieros para dejar a cero su resultado neto en 2022 y ha incurrido en 1.266 millones de pérdidas en 2023 tras ejecutar la totalidad de las provisiones que tenía para riesgos financieros (6.620 millones).
En España, los bancos comerciales utilizan la facilidad depósito de la entidad central para obtener una remuneración a un tipo de interés establecido por el BCE que ha pasado de un 0,50% negativo a mediados de 2022 el 4% , lo que ha afectado a las cuentas del Banco de España.
Ante la ausencia de beneficios, el Banco de España no hará aportación alguna al Tesoro Público, un ingreso que suele alcanzar el 90% del beneficio.
El año pasado, el banco central ingresó 2.162 millones de euros a las arcas públicas, la mayor cifra desde 2014 (2.267 millones en aquel ejercicio). Esa aportación registró su nivel mínimo en 2016, cuando fue de 1.462,19 millones y un pico de 3.460,71 millones en 2012.
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