Pobreza

Las basuras de la reciente Fiesta del Cordero demuestran la mala situación económica de las familias marroquíes

En algunas ciudades, la cantidad de residuos se redujo a la mitad con respecto al año anterior

Recogida de basuras en una ciudad marroquí
Recogida de basuras en una ciudad marroquíAriffino

Siempre se ha dicho que las basuras hablan y dan muchas pistas sobre la situación económica de las familias y, en su caso, datos operativos en caso de investigaciones. La recogida de residuos resultantes de los sacrificios de Eid al-Adha en varias ciudades mostró una disminución generalizada del número de marroquíes que pudieron celebrar esta festividad. No es un fenómeno que afecte sólo a este país. Las cifras de las familias que viven bajo el umbral de la pobreza en distintas naciones, entre ellas España, son un exponente de ello, así como las continuas campañas de recogida de alimentos.

Según cifras de las comunidades de Tánger y Salé, la cantidad de residuos se redujo a más de la mitad en comparación con el año pasado. Las dos empresas responsables de la gestión del sector de la higiene en la primera recogieron un total de 3.421 toneladas de residuos de sacrificio, mientras que el año pasado la cantidad fue de 7.995 toneladas. En Salé, la empresa delegada por la comunidad de Medina gestionó 2.409 toneladas, frente a las 5.194 toneladas recogidas en Eid al-Adha, correspondientes al año anterior.

Respecto a esta disminución, el experto en medio ambiente y desarrollo Ahmed Al-Talhi dijo al sitio web Zanqa 20 que estos resultados muestran la aparición de un nuevo fenómeno en Marruecos, que puede ser inquietante, que es la falta de compra de los sacrificios del Eid por parte de un gran porcentaje de familias.

Destacó que lo que un marroquí sabe es que puede vender los muebles de su casa para comprar el sacrificio del Eid, considerando que estas cifras pueden explicarse por muchos factores, entre ellos la difusión de la conciencia religiosa de que este ritual se cumple según la capacidad económica y que no está permitido pedir prestado para ahorrar el precio del sacrificio.

Subrayó que estas cifras también son también resultado del elevado índice de no religiosidad o al menos del desprecio por este ritual, especialmente por parte de algunas personas adineradas que pasan el período del Eid relajándose en hoteles.

Pero, sobre todo, atribuyó esta caída a lo que calificó como los precios escandalosamente altos observados este año y el año pasado, que hicieron que las personas de bajos ingresos no pudieran comprar el animal para el sacrificio, además de la alta tasa de desempleo, que alcanzó cifras récord. Explicó que el fenómeno fue diagnosticado en las principales ciudades, destacando la caída de las microfinanzas.