El nuevo BBVA, si sale adelante la OPA hostil lanzada contra Banco Sabadell, tendría dos sedes operativas, la actual que tiene el banco en Madrid y la que tiene Sabadell en San Cugat del Vallés, por lo que "queda clara nuestra apuesta por Cataluña. Entiendo que pueda haber recelos por ellos, pero nuestro compromiso con esa región de España es total", ha explicado con rotundidad el presidente de BBVA Carlos Torres, que ha confirmado que la sede de Alicante desaparecería en favor de la barcelonesa, mientras que se mantendría la sede social en Bilbao, en un guiño al Gobierno de la Generalitat catalana, que se ha mostrado frontalmente en contra de la operación.

Aunque no ha querido desvelar cuáles serían los planes para los trabajadores que actualmente trabajan en la sede corporativa alicantina -unos 500 entre la sede social y departamentos centrales-, sí ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad porque "no queremos tomar ninguna medida traumática", por lo que ha asegurado que se buscará la "mejor solución" para cada uno de estos trabajadores, "pueden estar tranquilos".

El presidente también ha trasladado que respeta "plenamente" la opinión expresada el pasado lunes por el consejo de administración de Banco Sabadell de rechazar la oferta de fusión, pero ve "sentido" lanzar una OPA de carácter hostil para los accionistas porque "la oferta es extraordinariamente atractiva. Dará lugar a una combinación de dos entidades muy potentes y sigue a la oferta que le propusimos al consejo de Sabadell, Aunque respetamos plenamente su opinión sobre que infravaloramos al banco, nosotros pensamos de otra manera y creemos que tiene sentido que le propongamos la oferta directamente a los accionistas de Sabadell".

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Al hilo de esta afirmación, ha desvelado que ya se ha contactado con parte del accionariado de Sabadell, "algunos bastante importantes" -ha referido-, que han mostrado un gran interés porque se lleve una operación de fusión entre las dos entidades, lo que ha sido unas de las razones que les ha impulsado a presentar la OPA. Asimismo, ha subrayado que la unión del BBVA y el Sabadell creará un banco que "va a mejorar el apoyo a la sociedad a través del crédito, va a poder contribuir más a la economía, generará más resultados y tendrá una base fiscal mayor y pagará más impuestos".

Aunque no ha querido entrar a valorar en profundidad las reacciones negativas surgidas tras conocer esta OPA, Torres se ha limitado a expresar que cree que el Gobierno terminará por apreciar una operación que ahora rechaza una vez explique los términos y queden claros para el Ejecutivo. Pese a que ha indicado que ahora mismo España vive un momento de "mucha politización", con las elecciones catalanas este mismo domingo, ha asegurado que la transacción creará un banco que "mejorará el apoyo que da a la sociedad a través del crédito, que crea valor para la economía y generará más resultados", lo que redundará en una "base fiscal mayor" para España. "Es bueno para el país tener un banco tan fuerte que pueda operar en el mercado europeo y global, y el Gobierno lo va a apreciar, seguro".

BBVA no contempla por el momento un posible veto del Ministerio de Economía, máxime cuando ha asegurado contar con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE). "Aunque no tenemos luz verde explícita, pero sí una opinión favorable y positiva para una operación que tiene un proceso largo".

Un año de proceso

El máximo dirigente de la entidad ha confirmado que la fusión culminaría a mediados del próximo año. Pero el primer paso sería reunir a su junta de accionistas para dar el visto bueno a la ampliación de capital con la que se llevaría a cabo el canje de acciones propuesto y preparar los respectivos informes para el BCE, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y el regulador británico, lo que se traduciría en un plazo de entre 6 y 8 meses. Después, se lanzaría la oferta de compra a los accionistas del Sabadell, lo que se alargaría durante 70 días más. Si la operación tiene éxito, es decir, si cuenta con el respaldo de más de la mitad de los accionistas del Sabadell, los consejos de administración de los dos bancos tendrían que presentar su proyecto de fusión, lo que podría sumar otros 6 meses al calendario. Al final, si todo discurre de forma positiva, la fusión de ambas entidades, que creará el segundo banco de España y el tercero de Europa, sería una realidad a mediados de 2025.

BBVA ofrece a los accionistas de Sabadell un canje de un título nuevo por cada 4,83 de Sabadell, la misma oferta que había propuesto la semana pasada al consejo de administración de la entidad catalana y que esta rechazó el pasado lunes. De esta forma, se mantiene la prima del 30% sobre el precio de cierre de ambas entidades del pasado 29 de abril; del 42% sobre las cotizaciones medias ponderadas del último mes; y del 50% sobre las cotizaciones medias ponderadas de los últimos tres meses. El precio equivalente de la contraprestación en efectivo es de 2,12 euros por acción de la entidad de origen catalán. Además, los accionistas de Banco Sabadell tendrán un 16% de participación en la entidad resultante.

El detalle que no se ha incluido en esta propuesta, en comparación con la oferta que BBVA lanzó al consejo, de manera amistosa, la semana pasada, es la incorporación de tres consejeros no ejecutivos de Sabadell al consejo de BBVA, uno de ellos con el puesto de vicepresidente.