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Banca

BBVA-Sabadell, un hipotético gigante de más de un billón en activos

Tras el anuncio de una posible fusión, Sabadell subía un 3,37% en bolsa, pero BBVA cayó el 6,65%. La operación podría costar la pérdida de 4.000 empleos de los 140.000 que suman ambos bancos

El presidente de BBVA, Carlos Torres EFE

«BBVA confirma que ha trasladado al presidente del Consejo de Administración de Banco de Sabadell, el interés del Consejo de Administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades», por lo que «hemos nombrado asesores a tal efecto». Con esta escueta comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) , la entidad que preside Carlos Torres confirmó ayer que iniciará en las próximas horas conversaciones con Banco Sabadell para negociar su compra.

Si se materializara esta compra, el grupo resultante de esta fusión crearía un gigante con un valor en el mercado por encima de los 70.000 millones de euros y con un volumen de activos de 1,037 billones, con datos del cierre del primer trimestre de 2024. Con estas cifras superaría a CaixaBank como mayor entidad bancaria en España y se colocaría justo detrás de Banco Santander si se suman sus negocios internacionales, y tercero en el ranking europeo después de BNP Paribas. BBVA aportaría el 80% de ese hipotético grupo conjunto, puesto que sus activos ascienden ahora mismo a 801.690 millones a finales de marzo, por los 236.135 millones de Sabadell.

La reacción del Gobierno a esta maniobra se ha limitado al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que prefirió mostrarse prudente «hasta conocer todos los detalles», aunque sí señaló que es «importante que el sector siga manteniendo una situación competitiva» en caso de que la operación salga adelante. En este sentido, apuntó que para este control existen los mecanismos necesarios para ello, como la CNMC, que «velará para que esto así sea» una vez que «se vaya viendo el impacto en la parte de los mercados y en la de la competencia».

Este sería el segundo intento oficial de BBVA para hacerse con el control de Sabadell, después de que en noviembre de 2020 ambas entidades reconocieran que negociaban una fusión desde hacía meses, aunque se rompió en menos de dos semanas de contactos, tras las anunciaron la ruptura. Sabadell desveló que la operación había decaído al no llegar a un acuerdo sobre el precio final de la operación, ya que se barajaba que la integración se haría mediante un intercambio de acciones y no en metálico. La entidad de origen catalán, que en aquel momento presentaba uno de sus valores más bajos en bolsa, consideró que la oferta le perjudicaba al no tener en cuenta esta caída, que consideraba temporal, ni su capacidad de recuperación y de generar valor en el futuro.

Tras esta fusión fallida, Oliu decidió dar un golpe de timón a la entidad. En diciembre de 2020 anunció el nombramiento de César González-Bueno como consejero delegado del grupo en sustitución de Jaime Guardiola y, a partir de ahí, se inició una recuperación bursátil de la acción, que ha cuadruplicado su valor –un 35% en el último año–, y una mayor rentabilidad, que ha culminado con unos resultados récord en el cierre de 2023 y en el primer trimestre de 2024, obtenidos gracias a la mejora del negocio y a las subidas de los tipos de interés en Europa, y unos dividendos máximos históricos.

Ayer mismo, una vez conocido este movimiento empresarial, el mercado premió al Sabadell con una subida en bolsa del 3,37%, aunque llegó a rozar el 8% de incremento a lo largo de la jornada, tras «desinflarse» la euforia por la operación al mismo ritmo que pasaban las horas. Sus acciones cerraron la sesión cotizando a 1,796 euros, aunque llegaron a tocar los 1,873 euros (+7,8%). Por contra, BBVA cayó el doble, un 6,65%, y finalizó la sesión con la acción situada en 10,175 euros.

Entre las dos entidades, el banco a nivel global contaría con 7.326 oficinas (5.912 de BBVA y 1.414 de Sabadell), mientras que en España la presencia física se situaría en 3.084 oficinas (1.881 de BBVA y 1.203 de Sabadell). Asimismo, el grupo tendría una plantilla conjunta que alcanzaría de 140.000 trabajadores, de los cuales 41.634 estarían en España. Aunque ninguna de las dos entidades ha adelantado ningún dato de la operación, la potencial fusión afectaría al menos a 4.000 empleados, según los cálculos realizados por el profesor de EAE Business School Ricardo Zion, ante las posibles duplicidades que generaría la operación, que se habría puesto en marcha para lograr sinergias y reducir costes, algo que, finalmente, «acaba provocando la salida de empleados».

Los analistas consultados por LA RAZÓN estiman que el exceso de capital con el que cuenta BBVA –en torno a los 3.000 millones– no sería suficiente para financiar íntegramente la operación, incluyendo la prima sobre el valor de las acciones y con un pago por título que se situaría alrededor de los 2 euros, por lo que debería buscar financiación para ello o la venta de algunos de sus negocios internacionales.

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