Energía

Las centrales nucleares de Ascó y Vandellós podrían operar más allá de 2060

Dos reactores «gemelos» a las plantas catalanas acaban de recibir licencia para operar hasta los 80 años en Estados Unidos

CENTRAL NUCLEAR ASCÓ
CENTRAL NUCLEAR ASCÓSHOOTING

La central nuclear de Vandellós II, operativa desde 1988, tiene programado su cierre para 2035, a pesar de la voluntad expresa de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV) de seguir operando una vez llegada a esta fecha y superar los 47 años de vida. Con un reactor PWR de 1.087 megavatios de potencia, propiedad al 72% de Endesa y al 28% de Iberdrola, el de Vandellós (Tarragona) es el reactor más joven junto con el de Trillo (Guadalajara).

La era posnuclear diseñada por el Gobierno tiene fijado también el cierre de los reactores de Ascó I en 2030 y de Ascó II en 2033. De cumplirse, los dos reactores PWR, de 1.032 MW y 1.027 MW, habrán estado operativos 45 y 47 años, respectivamente. Estos tres reactores, todos en la provincia de Tarragona, proveen a Cataluña del 65% de la energía eléctrica que consume.

Cuando se diseñaron estos reactores de agua a presión, se fijó una vida útil de 40 años. Sin embargo, es una realidad que este sistema, que domina el sector nuclear, tiene más años de vida. Hasta el doble.

De hecho, de los 442 reactores actualmente en operación en el mundo, 299 son de tecnología de agua a presión –pertenecientes a la denominada Generación II–, tanto de diseño estadounidense, alemán, francés y sueco (PWR) como de diseño ruso –anteriormente soviético– (VVER), lo que representa más del 67 % del total, explica Foro Nuclear. Y de los 53 reactores en construcción hoy, más del 80 % (43 unidades) son del tipo de agua a presión, con sistemas avanzados y pasivos, pertenecientes a la llamada Generación III y III+.

Prolongación de su vida

La prueba de que las centrales de Ascó podrían duplicar la vida útil que les otorga el Gobierno es que dos unidades «gemelas» –según indican a este diario fuentes del sector– acaban de lograr en Estados Unidos la autorización para prolongar su funcionamiento hasta los 80 años. Se trata de los reactores North Anna I y II, de 944 MW de agua presurizada. Situada en el Condado de Louisa, junto al Lago Anna, en el estado de Virginia, la planta nuclear comenzó además a operar casi una década antes que los reactores españoles. En concreto, entre los años 1978 y 1980.

Los 40 años de vida útil que se preveían para ambos, fueron extendidos otros 20 años el pasado 2003. Con la nueva extensión, la planta de North Anna podrá operar uno de sus reactores hasta 2058 y el otro hasta 2060 y eso pese a la vertiginosa expansión de las energías renovables en Estados Unidos y de que dispone de una ingente producción de gas.

En el caso de Virginia, la penetración de las renovables es del 11% (el 6% fotovoltaica) por el 55% de generación proveniente del gas natural y del 30% de la nuclear, según refleja el Departamento de Salud Medioambiental de Virginia de acuerdo con los datos recabados en 2022 por la Unidad de Información de Energía de Estados Unidos.

De hecho, esta decisión de mantener hasta los 80 años la vida útil de estos dos reactores nucleares «gemelos» de los de Vandellós y Ascó se ha tomado para que sirvan de respaldo en la meteórica transición renovable del estado, que pretende disponer de 5.500 MW de eólica y solar en 2028, que el 30% de la energía provenga de fuentes renovables en 2030 y que en 2050 el 100% de la generación provenga de fuentes libres de emisiones de CO2: eólica, solar y nuclear, el «mix» por el que cada vez se apuesta más.

Las autorizaciones llegan tras la evaluación positiva, tanto desde el punto de vista del impacto medioambiental como desde el de seguridad, realizadas desde 2022 hasta ahora por la Comisión de Seguridad Nuclear de Estados Unidos.

Con la renovación de North Anna, ya son 8 unidades las que han recibido autorización en Estados Unidos para operar hasta los 80 años por parte de la Comisión de Seguridad Nuclear, que estudia la renovación de licencias para otros 7 reactores.

Para lograr esta renovación, Dominion –la propietaria de la planta– ha realizado numerosas mejoras, incluidas la renovación de los generadores y condensadores principales de los reactores, la renovación de las bombas de refrigeración de los reactores y la conversión de los sistemas de instrumentación y control analógicos y digitales. Dominion también está desarrollando 80 mejoras en los procedimientos de la central, como inspecciones adicionales y pruebas de los equipos, según recoge «World Nuclear News».

Además de la extensión de la vida útil de estos dos reactores, Dominion ha solicitado propuestas a proveedores de reactores modulares pequeños (SMR) para instalar uno en la planta de North Anna.