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Trabajo

«¿Cómo meterías a un elefante en la nevera?»

«¿Cómo meterías a un elefante en la nevera?» larazon

Las formas de realizar una entrevista de trabajo son cada vez más sofisticadas y los requisitos para acceder a un puesto de trabajo, más exigentes. Ya no sólo se mira la experiencia profesional o académica ni las competencias de los candidatos, sino que se intenta adentrar en la persona para conocer sus valores, su cultura, y de esta forma entender si encaja o no con la filosofía de la compañía en cuestión. «Los entrevistadores de ahora son más innovadores, el “háblame de tí” ha caducado, ahora se juega con el factor sorpresa y poner en una situación compleja al candidato», explica Aziz Zaghnane, director de Marketing de Lee Hecht Harrison, y así conocer las competencias del candidato. Por ejemplo, se puede preguntar al entrevistado, «¿cómo metería un elefante dentro de un congelador?», para entender de esta forma su nivel de creatividad mental o rapidez o, «¿cuál sería su plan de emergencia en caso de catástrofe?». Es por esta manera de entrevistar, que los expertos aconsejan meterse en escena e imaginar las preguntas poco al uso que se nos pueden formular y pensar cómo las vamos a contestar, además de ensayar delante de un espejo.

«La entrevista tiene que ser muy inquisitiva; cuando se rasca o se pone entre la espada y la pared a las personas es cuando se las conoce realmente», señala Salvador Sicart, director de Hays Response. Todo tiene importancia. En 45 minutos uno tiene que venderse bien, por eso hay que prepararse un discurso donde se destaque lo más importante. La prepotencia en las entrevistas es mala compañera. «El “yo, yo” no gusta. Hay que señalar con humildad aquello de lo que nos sentimos orgullosos, incluso podemos decir también algo que hemos hecho mal», apunta Sicart. La sinceridad es esencial y es que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, «el entrevistador puede llamar a la empresa anterior en la que hemos trabajado pidiendo referencias», dice este experto.

La puntualidad, la pulcritud, el lenguaje no verbal, no empezar la entrevista en negativo, ni estrechar la mano de manera floja son aspectos que se deben cuidar. «Tenemos que romper el hielo, no actuar como robots, buscar ser uno mismo, no estamos en un observatorio, procurar crear una conexión con el entrevistador, que siempre se acordará de ti», señala Aziz Zaghnane.

«Empatiza con tu entrevistador. hazte preguntas. ¿Qué tipo de personas necesitarán para ese puesto?, ¿Qué cualidades, valores o competencias serán las más demandadas? ¿Puedo yo ajustarme a ese perfil? ¿Cómo puedo anticiparme?», son alguna de las claves que aconseja Silvia Escribano, socia directora de Isavia Consultores, para una entrevista de trabajo exitosa.

Jesús Juez, Talent Acquisition Specialist de Experis, habla de los errores más comunes en las entrevistas de trabajo, como la excesiva puntualidad. «Es preferible llegar cinco minutos tarde a veinte antes». Otro error es la falta de memoria de nuestra trayectoria profesional, así como no preparar las causas de nuestra salida de la empresa anterior, no saber nada de la compañía en la que queremos trabajar o interrumpir al entrevistador formulando preguntas que no vienen a cuento. Se debe huir de contestar con un «no sé» a una pregunta, si no se justifica. «Y es que no existen las respuestas correctas pero sí formas de comunicar», explica Juez. Tampoco es aconsejable «mostrarnos demasiado solícitos a las peticiones que nos puedan realizar cuando realmente no estamos de acuerdo, porque no nos conduce a nada bueno. Por ejemplo decir “no me importa hacer esto” cuando sí te importa puede llevarte a abandonar la empresa al segundo mes», advierte el responsable de Hays Response. Es importante cuidar las palabras, llegar con argumentos positivos y nunca hablar mal de anteriores trabajos o jefes. Prepararse bien, investigar quién te va a entrevistar, conocer todo sobre la compañía y dar la sensación de que quieres trabajar en ella, asegura un 50% de la entrevista, explica el director de Marketing de Lee Hecht Harrison. Es importante que el candidato entienda que tiene tanta responsabilidad como el seleccionador de que la entrevista sea fluida. «Que haya “feeling” depende del candidato», asegura Sicart. Preguntar sobre la responsabilidad del puesto, la proyección de la carrera de ese puesto, cómo está organizado el departamento, sobre los niveles de autoridad e incluso sobre la cultura de la compañía, da una imagen de interés del candidato por la empresa.

¿Un perfil tímido puede descartarnos de una selección? Por lo general «es más problemático el perfil altivo», señala Jesús Juez, aunque depende de la empresa. Lo que más gusta de un candidato es que sea educado, que se haya preparado la entrevista, que sepa a qué viene, la motivación y no bloquearse en el ámbito retributivo. «Puedes preguntar por el salario. Comunicando bien casi todo vale».

Carmen Herencia, directora de Recursos Humanos de Deloitte, aconseja estar tranquilo y que se note el entusiasmo por entrar en la empresa. Tan importante es el papel del candidato como que el entrevistador dé una información global de la compañía, de sus proyectos, cultura, con quién se va a relacionar, los horarios de trabajo, y así evitar malentendidos, explica Herencia. «La sinceridad de las empresas hace que el nivel de rotación de la plantilla disminuya», apunta el especialista de Hays.

Rocio Fernández, de Atperson Formación, aconseja que después de la entrevista se recopile toda la información conseguida, lo que permitirá al candidato evaluar su actuación y así evitar errores. Por último, y muy importante es asimilar bien el rechazo y no decir nunca: «Ellos se lo pierden».

Prepárate para el coloquio

Asegúrate del lugar y de la hora de la entrevista.

Un día antes o dos, acércate al lugar donde tendrá lugar, así podrás controlar el tiempo que tardas en llegar.

Sé puntual, si por alguna razón vas a llegar tarde comunícalo lo antes posible.

Viste de manera correcta, como lo hacen los profesionales que ocupan el puesto al que optas.

Haz todo lo posible por ofrecer tu mejor imagen.

No utilices el tuteo, salvo que te lo sugieran.

Intenta recopilar información sobre la empresa con la que te vas a entrevistar, así como también de su competencia.

Averigua todo lo que puedas sobre el puesto de trabajo al que optas (sueldo, funciones, etc.).

Saluda a la persona que te va a entrevistar con su nombre si lo sabes, de no ser así, pregúntaselo amablemente, apretándole la mano de una manera segura pero sin apretar excesivamente.

Actúa de una manera natural y relajada.

Siéntate de forma que puedas mantener siempre contacto visual con el entrevistador.

Cuida tanto tu comunicación verbal como no verbal, ten presente que es más importante como se dicen las cosas que lo que se dice.

Deja que el entrevistador dirija la entrevista, pero saca provecho de las oportunidades de hablar.

No des a entender que necesitas el trabajo desesperadamente.

No contestes a una pregunta si no la has entendido.

Sonríe. Muéstrate cordial y relajado.