Virales
Comparan las condiciones de la hostelería española con la alemana: "Allí ganas más de 2.200 limpios al mes"
El médico Rafael Zafra asegura que trabajando como camarero en Alemania llegó a cobrar 3.200 euros netos, cifra que supera los sueldos de muchos sanitarios en España
Un sanitario español que colgó la bata para servir mesas en Alemania ha compartido en TikTok cómo la hostelería germana le reportó entre 2.200 y 3.200 euros limpios cada mes. Su testimonio, publicado bajo el perfil @sexologiaconrafa, pone el foco en la diferencia de trato laboral: mientras que en España denuncia jornadas extensas sin compensación clara, en el país centroeuropeo cobró religiosamente cada minuto trabajado.
La clave, según Rafael Zafra, reside en el estricto cumplimiento de la ley laboral y en la cultura de propinas, similar al modelo estadounidense.
Allí, las gratificaciones del cliente se quedan enteras en el bolsillo del camarero: "Si nadie da propina pierdes dinero, pero como hay cultura de propina, al final siempre sales ganando y mucho", resume en su vídeo.
Propinas de 50 a 150 euros por turno
En locales con afluencia media o alta, el profesional calcula que cada noche se embolsaba entre 50 y 150 euros en propinas, importes ya libres de impuestos. El mejor mes cerró con 3.200 euros netos; el peor, con 2.200. Para acceder a esos puestos recomienda dominar el inglés o el alemán, y valorar otros idiomas como francés, árabe o hebreo para captar mesas internacionales.
Zafra incluso aconseja adaptar el trato al origen del comensal: centrar esfuerzos en quienes suelen dejar propina y reducir la atención extra con clientes de países donde no es habitual, citando a varias naciones asiáticas, Francia, Italia, España o Portugal. A su juicio, esta estrategia permite maximizar las ganancias sin aumentar la carga laboral.
Tras doce meses de experiencia, el ahora médico celebra haber alcanzado la independencia económica sin depender de becas estatales ni de turnos de 24 horas. "He podido comprarme lo que me apetecía sin estar sin dormir, sin que me griten en una urgencia y sin que me amenacen", concluye, y subraya que en la hostelería alemana cotizó por cada hora, algo que, asegura, no siempre ocurre en la sanidad española.