Energía

Las eléctricas abordan una miniprórroga para Almaraz hasta 2030

Hoy deben decidir si plantean alargar la vida útil de la central nuclear extremeña. La propuesta pretende ganar tiempo para abordar el calendario de cierre de plantas y su fiscalidad

Central Nuclear de Almaraz (CNA).
Vista aérea de la Central Nuclear de AlmarazAgencia EFE

Las eléctricas propietarias de la central de Almaraz se reúnen hoy para abordar si solicitan la prolongación de la vida útil de la central nuclear extremeña hasta 2030, en un primer paso para abordar un debate más amplio sobre la necesidad de revisar el calendario de cierre de estas plantas, consideradas ahora claves para mantener el sistema estable ante el flujo masivo y oscilante de renovables, especialmente fotovoltaica.

La Junta de Administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) se reúne hoy con ese primer punto en el orden del día, así como trasladar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) antes del próximo 1 de noviembre la documentación que ese organismo tendrá que evaluar de cara al cese previsto del primer reactor de la planta.

Ese día expira el plazo que el CSN dio para cumplir con este trámite a las propietarias de Almaraz -Iberdrola, que posee un 52,7%, Endesa (36%) y Naturgy (11,3%)-, siempre en relación con el primer reactor de Almaraz, cuyo permiso de explotación finaliza el 1 de noviembre de 2027.

Desde la invasión rusa de Ucrania y especialmente después del apagón en la España peninsular y Portugal del pasado 28 de abril, el debate sobre la vida útil de las nucleares se ha intensificado.

Iberdrola y Endesa enviaron en junio al Ministerio para la Transición Ecológica una carta sobre la prolongación del calendario de varias centrales que ese departamento entendió como una mera declaración de intenciones condicionada a un cambio del marco normativo, y no como una petición formal.

El Ejecutivo sostuvo que la misiva no contaba con la firma ni Naturgy ni EDP, las otras dos propietarias de instalaciones nucleares, y tampoco cumplía con sus líneas rojas: que haya seguridad para las personas, garantice la seguridad de suministro y no suponga un mayor coste para los ciudadanos.

La poca información que ha trascendido en este tiempo apunta a una cierta disposición de las compañías a una miniprórroga de tres años para Almaraz que permita también abordar la excesiva presión fiscal que afrontan las centrales, según las eléctricas. En este sentido, el sector pide la reducción de los impuestos autonómicos o locales y de la 'Tasa Enresa'.

Esta tasa, que debe su nombre a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), sirve para sufragar los costes de gestión del combustibles nuclear gastado y los residuos radiactivos generados, así como su futuro desmantelamiento y clausura.

En 2019, las empresas propietarias y Enresa acordaron un calendario de cierre en el que se prevé el cese de explotación ordenado de las centrales nucleares en España en el horizonte temporal 2027-2035.

De no producirse cambios, la primera en cerrar será Almaraz I, mientras que la segunda unidad lo hará el 31 de octubre de 2028. Ya en 2030 se desmantelarán Ascó I y Cofrentes; en 2032, Ascó II, y en 2035, Vandellós II.

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, insistió ayer en plantear que se alargue la vida de la central nuclear de Almaraz hasta el año 2030 y en defender que se debata si el calendario actual de cierre de las nucleares debe o no revisarse.

"Desde 2019 hasta ahora han pasado muchas cosas. Los planes a largo plazo están para revisitarlos teniendo en cuenta lo que ha pasado por el medio y que ahora podemos hacer previsiones a corto plazo", aseguró Reynés.

Reynés mantuvo que esta central también debería poder seguir operando sus reactores hasta el año 2030 y ha añadido que una medida así "daría tiempo a revisitar" el calendario acordado en 2019 y a "hacer los números" de nuevo, porque "las cosas que han pasado desde 2019 nos pueden hacer cambiar de opinión".