Trabajadores autónomos

Una empleada deja un trabajo de ensueño para ser autónoma: "A veces hay que sacrificar el dinero por la salud mental"

En ocasiones, un salario atractivo y unas buenas condiciones no son suficientes para satisfacer las expectativas internas de uno mismo

La facturación puede ser un quebradero de cabeza para los autónomos
Una empleada deja un trabajo de ensueño para ser autónoma: "A veces hay que sacrificar el dinero por la salud mental"La Razón

Ser autónomo en España supone asumir un reto constante que va mucho más allá de la actividad profesional. Los trabajadores por cuenta propia se enfrentan a una presión fiscal que continúa en aumento, con una cuota mensual que se regula al alza cada año y que se suma a los distintos impuestos que varían según el tipo de actividad que se desarrolla. Esta situación genera una carga económica considerable, especialmente en los primeros años de emprendimiento, donde los ingresos suelen ser inestables y las obligaciones con la administración resultan ineludibles. Aun así, miles de personas deciden cada año dar el paso motivadas por la ilusión de crear algo propio y por la esperanza de alcanzar una mayor libertad laboral.

A la complejidad fiscal se suma la necesidad de autogestionar cada aspecto del negocio, desde la facturación hasta la contabilidad o la declaración trimestral de impuestos. Muchos autónomos optan por contratar a un gestor que se encargue de estos trámites, aunque no todos pueden permitirse ese gasto adicional. La falta de apoyo institucional y la burocracia excesiva hacen que la gestión del trabajo por cuenta propia se convierta en una tarea de tiempo completo, restando horas a la propia productividad o al desarrollo del proyecto que motiva la independencia laboral. Esta realidad provoca que muchos profesionales se sientan desbordados por la carga administrativa y por la falta de tiempo para innovar o mejorar sus servicios.

Pese a las dificultades, el trabajo autónomo continúa siendo la única vía para quienes desean iniciar un proyecto personal o convertirse en sus propios jefes. Es la puerta hacia la libertad profesional y la posibilidad de prosperar económicamente mediante negocios, inversiones o ideas que no tendrían cabida en el marco del empleo por cuenta ajena. Ser autónomo en España implica vivir entre la incertidumbre y la esperanza, entre la exigencia fiscal y la satisfacción de construir algo propio, una contraposición que define el espíritu emprendedor y la lucha por cumplir los sueños individuales. En definitiva, representa tanto una apuesta arriesgada como una oportunidad real de crecimiento personal y profesional.

Una trabajadora deja su empleo para ser autónoma

Exactamente en esta situación se encontraba Marta, conocida en redes sociales por compartir sus vivencias, que renunció a su empleo estable en el cual llevaba más de cuatro años ejerciendo y contaba con una jornada laboral de cuatro día en remoto y un buen salario. "Os juro que llevaba años quejándome sobre este trabajo y queriendo dejarlo y no era capaz", comienza explicando en su popular vídeo. Los motivos que alega por los que no había renunciado antes, además de alguno ya mencionado como el sueldo, se centran en cómo le hacía sentir la empresa. "Me sentía validada, me daban feedback, títulos, flexibilidad y todo lo que yo pedía", expresa. Por ende, pese a la toxicidad que pudiera haber en el entorno laboral, la empleada no se atrevía a dar el paso.

"Yo siempre que decía que estaba harta la gente me decía que cómo vas a dejar este trabajo con lo bien que te pagan, estas ganado un salario inglés en España", indica en relación a los comentarios de sus cercanos. Por el contrario, en ocasiones es preciso dejarse llevar y seguir el instinto de uno mismo. "Llevaba tantos años que he estado ignorando mi intuición y mis propias necesidades que ahora que por fin lo he dejado me siento tan tranquila, tan a gusto y tan feliz", agrega la susodicha. En este sentido, expresa que su felicidad sigue en aumento con el paso del tiempo y la decisión que tomó en su día. "Hay veces que hay que saber sacrificar el dinero y las comodidades por la salud mental", confirma.

El dinero no da la felicidad cuando tus sueños se alejan

Partiendo de lo ya mencionado, su decisión ha dado un vuelco completo a su vida y a la forma de afrontarla tanto personal como socialmente. De ahora en adelante su vida se basará en tres fuentes de ingresos: su oficio como UGC (User Generated Content), sus clientes como social manager freelance y un cliente que asegura que cuenta con un contrato de quince horas mensuales. Este ejemplo es un aviso para todos aquellos que se encuentren en la misma solución y con los mismos reparos para cambiar su camino laboral. "De verdad que la ansiedad que llevaba sintiendo tantísimo tiempo y que me llevaba manteniendo en tensión durante tantos meses y tantos años siento que se está yendo completamente y estoy mucho más tranquila", concluye Marta.