Minería

Empresa de potasas reclama a Marruecos 2.200 millones de dólares

Alega violaciones por parte de Rabat del Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) entre el Reino Unido y Marruecos

Los operarios, trabajando en el túnel que permitirá llevar la sal y la potasa de las minas, que actualmente transportan 110 camiones diarios, directamente a la planta de tratamiento
Foto de archivo de una explotación de potasaslarazon

Emmerson Plc, empresa especializada en la exploración de potasa en Marruecos, ha iniciado un procedimiento de arbitraje reclamando 2.200 millones de dólares al Reino de Marruecos. La empresa acusa al país de "expropiación" en relación con su proyecto de potasa en Khemisset.

La compañía británica ha presentado su caso ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), entidad del Banco Mundial. Alega violaciones por parte del Gobierno marroquí y sus representantes del Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) firmado entre el Reino Unido y Marruecos en 1990, y en vigor desde 2002.

“La presentación y presentación de la Solicitud de Arbitraje ante el CIADI representa un hito crucial y marca el inicio oficial de los procedimientos legales”, dijo Graham Clarke, Director General de Emmerson, en un comunicado de prensa.

La solicitud detalla los antecedentes y reclamos de Emmerson, basados ​​en lo que considera una expropiación ilegal del proyecto por parte de Marruecos, estimada en 2.200 millones de dólares. El bufete de abogados Boies Schiller Flexner (BSF) se ocupa actualmente de la constitución del tribunal arbitral y de la preparación de un escrito formal, que incluirá una estimación precisa de los daños reclamados.

Los honorarios legales y una parte significativa de los gastos generales y administrativos de la empresa están cubiertos por 11.2 millones en dólares en fondos para litigios, confirmados en enero de 2025. Se espera que el proceso de arbitraje, que incluye la formación del tribunal, la presentación de escritos y la audiencia, dure aproximadamente dos años.

En diciembre de 2024 , Emmerson ya había anunciado su intención de remitir el asunto al CIADI después de que la Comisión Regional Unificada de Inversiones de Marruecos (CRUI) rechazara la evaluación de impacto ambiental del proyecto, alegando un consumo excesivo de agua.