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Fernando Sánchez, experto en finanzas personales y economía: "No le regalo juguetes a mis sobrinos, les hago una aportación a una cartera de acciones"

Una nueva perspectiva sobre cómo fomentar el ahorro y la inversión desde la infancia, dejando de lado los regalos tradicionales

El ahorro es el principal beneficio de educar a los niños en conocimientos financieros
El ahorro es el principal beneficio de educar a los niños en conocimientos financierosFreepik

La búsqueda de alternativas para incrementar el patrimonio, más allá de la renta habitual, ha llevado a un número creciente de ciudadanos a explorar la inversión. Adoptar estrategias informadas y coherentes es determinante para el éxito financiero, marcando una distinción entre un acierto y una pérdida.

En este contexto, Fernando Sánchez, experto en mercados financieros y fundador de InvertirdesdeCero, ha compartido una visión singular sobre la educación financiera juvenil. Su planteamiento, revelado en el pódcast Tengo Un Plan, ofrece una alternativa a los obsequios convencionales.

Sánchez ha explicado que su método con sus sobrinos difiere de lo esperado. Lejos de los juguetes, su enfoque dota a los jóvenes de herramientas para su futuro económico, estableciendo una base para su independencia financiera desde edades tempranas.

La inversión como cimiento del ahorro juvenil

El experto detalla que, en lugar de obsequios materiales, realiza una aportación mensual a una cartera de acciones y un pequeño fondo cotizado (ETF) a nombre de sus sobrinos. Este sistema permite a los jóvenes familiarizarse con los mercados y la inversión a largo plazo desde muy pronto.

Según Sánchez, la ventaja principal de esta estrategia es iniciar temprano la "bola de nieve" del interés compuesto. Esta anticipación es clave, pues permite que el capital comience a crecer sobre sí mismo con un efecto relevante que se amplifica con el tiempo, preparando una sólida base económica.

El interés compuesto es un principio financiero donde los intereses generados sobre una inversión se calculan no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses acumulados en periodos anteriores. El capital invertido crece así de manera exponencial, dado que los rendimientos previos también generan nuevos rendimientos.

El interés compuesto como motor de riqueza futura

La proyección de Sánchez es que, al alcanzar los 20 años, sus sobrinos habrán acumulado un patrimonio considerable gracias a esta metodología. Este enfoque, aunque no le convierta en el "tío favorito" en la niñez, asegura un agradecimiento futuro por la base financiera.

El experto subraya que esta práctica representa una de las mejores acciones que los padres pueden emprender por sus hijos, siempre adaptándose a la situación económica familiar. Lo importante no es solo la acumulación de capital, sino la enseñanza sobre la gestión del dinero y el valor de la inversión a largo plazo.

El objetivo final va más allá de la mera acumulación de activos. Se trata de inculcar en los jóvenes la importancia de continuar este legado financiero, evitando que el capital acumulado se consuma de forma impulsiva. La idea es que prosigan con el crecimiento de esa "bola de nieve" iniciada, convirtiéndose en gestores conscientes de su propio futuro.