Energía

Francia consigue incluir el hidrógeno nuclear en la nueva directiva europea de renovables

La UE incrementa hasta el 42,5% el objetivo de renovables para el 2030

Sainte-savine-le-lac (France), 30/03/2023.- French President Emmanuel Macron delivers his speech during a meeting with local officials as part of his visit in Savines-Le-Lac, South Eastern France, 30 March 2023. President Macron is expected to announce a national water management plan days after a violent demonstration by opponents of a proposed water reserve for agricultural irrigation. (Francia) EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER / POOL
El presidente francés, Emmanuel MacronSEBASTIEN NOGIER / POOLAgencia EFE

La Unión Europea ha llegado a un acuerdo para aumentar el porcentaje de energías renovables hasta el 42,5% en 2030 con la posibilidad de que esta cifra llegue al 45%, tal y como habían demandado países como España, frente al 32% previsto hasta el momento. El club comunitario quiere convertirse en el primer lugar del mundo en ser neutral desde el punto de vista climático en el año 2050 y ha hecho de la descarbonización de la economía una de sus principales banderas. La guerra en Ucrania y el proceso para desembarazarse de los hidrocarburos rusos está acelerando esta transición energética.

En la mejor tradición comunitaria, este acuerdo se ha alcanzado tras un maratón de reuniones y 14 horas de negociación. Uno de los puntos más peliagudos era conocer el estatus que iba a recibir el denominado hidrógeno rosa, generado a partir de la energía nuclear. Francia, cuyo porcentaje de energía atómica llega al 70% y tiene previsto construir nuevos reactores, había luchado para que este tipo de energía se beneficiase del mismo tratamiento que las renovables y este martes. antes del comienzo oficial de las negociaciones, congregó a un total de 11 países que comparten esta postura. Al otro lado del ring, otros 12 países entre los que se encuentran España y Alemania se oponían a considerar este hidrógeno con la categoría de verde, a pesar de que las nucleares no emiten dióxido de carbono. Lo igualado de los dos bandos hacían presagiar unas arduas negociaciones.

Al final, se ha llegado a una solución salomónica por la que la industria debe incrementar de manera anual el uso de energías renovables un 1,6%. Este pacto prevé que el 42% del hidrógeno utilizado por la industria provenga de fuentes renovables no biológicas (lo que excluye la energía atómica) para el año 2030 y que esta cifra aumente hasta el 60% en 2035. A pesar de esto, el texto final permite que esta cifra pueda descender hasta el 20% si el país cumple el objetivo general de renovables y si el uso de hidrógeno proveniente de combustibles fósiles no excede el 23% en 2030 y el 20% en 2035. Esto supone una rendija que pueden utilizar los pro-nucleares para introducir el hidrógeno rosa.

Este acuerdo cuya adopción tiene ahora que ser formalizada para que pueda entrar en vigor, también establece una meta de al menos un 49% de energías renovables en los edificios y un aumento gradual para calefacciones y sistemas de refrigeración, lo que conlleva un incremento vinculante del 0,8% anual hasta 2026 y un 1,1% de 2026 a 2030. En el transporte, los países pueden elegir entre un 29% en el consumo final de energía para el año 2030 o una reducción del 14,5% de gases con efecto invernadero para la misma fecha.