Banca
Hernández de Cos: vida más allá del Banco de España y ¿sustituto de Lagarde en el BCE en 2028?
Deja el sillón de gobernador sin un sustituto y tras haber recuperado el prestigio de la institución
Chavela Vargas (1919-2012), reinventora de las rancheras, cantaba que «no, nunca se dice adiós». Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España desde junio de 2018, «años de acontecimientos inauditos», como escribe en el blog de su despedida, dejó libre ayer su despacho al expirar su mandato improrrogable. El banco central español vive una situación inédita de «sede vacante», lo que no implica vacío de poder. Margarita Delgado, actual subgobernadora, asume las funciones del gobernador hasta que, en septiembre, también termine su mandato. Entonces o antes, el Gobierno, mejor dicho Pedro Sánchez, tendrá que elegir alguien para el puesto. Nunca había ocurrido, al menos en tiempos modernos, una situación de «sede vacante». Delgado, en su interregno, ejercerá casi todas las funciones del gobernador, salvo el voto en el Consejo del Banco Central Europeo que, mientras no estén en juego los tipos de interés, tampoco es esencial, pero ahí está la carencia.
Hernández de Cos deja el sillón de gobernador, pero no dice adiós. Ha sido el mejor gobernador en mucho tiempo, por no decir de la historia más moderna de la institución, que logró recuperar su prestigio, interno y sobre todo internacional. No solo lo convirtió en un referente, sino que impulsó desde el principio una política de transparencia, independencia y acercamiento a la sociedad que se debería preservar. Deja el gobierno del Banco de España quizá con la espina clavada de no ver el gran consenso económico-político que reclama desde hace años y que considera necesario para que la economía española no se estanque. En el BCE ha sido una de las personas de confianza de la presidenta Christine Lagarde, que ha decidido que continué hasta diciembre al frente del Comité Técnico Consultivo de la Junta Europea de Riesgo Sistémico. Después, ya se verá. Es economista de plantilla del Banco de España y puede seguir allí, pero el prestigio internacional que acumula puede llevarle, por ejemplo, a presidir el Banco Internacional de Pagos de Basilea y, más adelante, en 2028, cuanto también expire el mandato de Lagarde en el BCE, si en España hay otro Gobierno, claro, ¿quién sabe? Al fondo, suena Chavela Vargas: «No, nunca se dice adiós».
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