Deuda
Hogares quebrados de América: el 46% vive a crédito
Los hogares acumulan un récord histórico de deuda de 986.000 millones de dólares en sus tarjetas
Los nueve aumentos consecutivos de los tipos de interés que ha hecho la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) desde marzo del 2022, los sitúan ahora en un rango de 4,75% al 5%, el tope más alto desde septiembre del 2007. Esta estrategia del presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, para contener la inflación también tiene un impacto directo en el bolsillo de los consumidores. Los ahorradores se beneficiarán de esta situación, pero los deudores verán como el dinero que han tomado prestado es más caro.
Sobre todo, los que pagan sus gastos diarios, pequeños y grandes, a golpe de tarjeta de crédito, una práctica muy habitual y necesaria en este país porque permite construir historial crediticio, fundamental para aumentar la línea de crédito de las tarjetas, pedir una hipoteca o un préstamo para comprar un coche.
Además, como explica la analista financiera Jill González a LA RAZÓN, «las tarjetas de crédito ofrecen varios beneficios, como diferentes tipos de beneficios, responsabilidad por fraude de cero dólares, y son un medio de pago más cómodo y fácil de utilizar».
Este dinero de plástico representa ahora mismo la mayor parte de los préstamos domésticos no pagados de los norteamericanos. Como los intereses de las tarjetas de crédito están tremendamente vinculados a las decisiones de la FED, los consumidores están siguiendo muy de cerca los movimientos del Banco Central estadounidense. Las consecuencias de las últimas decisiones financieras no se han hecho esperar.
Para quien quiera solicitar ahora mismo una nueva tarjeta de crédito la media de interés es del 21,92%, mientras que para las ya existentes los intereses superan levemente el 19%, nada que ver con el 16% que se registraba en marzo del año pasado, cuando la FED comenzó su travesía de subidas de los tipos de interés. «De hecho, WalletHub ha estimado que debido a los aumentos que ocurrieron entre marzo de 2022 y febrero de 2023, los usuarios de tarjetas de crédito terminarán pagando un extra de 30.400 millones más por intereses durante los próximos 12 meses, que de otra manera no habrían tenido», prosigue Jill González.
Para entender la importancia de estas cifras, es fundamental conocer la siguiente información. Según los últimos datos recogidos, en el 2021 el 84% de los estadounidenses tenía al menos una tarjeta de crédito y el 75% ya la disfrutaba a los 25 años, lo que hace de este método la primera experiencia crediticia para la mayoría de los jóvenes en este país. Además, un informe de la revista «Forbes» apunta a que cada persona posee un promedio de 3 tarjetas de crédito diferentes, con un gasto medio de 9.990 dólares por hogar. «Eso es 2.015 dólares por debajo del punto de quiebra proyectado por WalletHub para las finanzas del hogar, que es de 12.005», añade González.
Por si fuera poco, a finales del 2022 los estadounidenses acumularon un récord histórico de deuda de 986.000 millones de dólares en sus tarjetas de crédito, superando el máximo previo a la pandemia que estaba en 927.000 millones, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
La inflación y los fantasmas de una posible recesión económica están detrás de que muchos hayan vuelto a los malos hábitos de vivir en deuda y ahora no hay marcha atrás. Los hogares están, explica Jill González a este diario, «a punto de quiebra», tomando como referencia «el nivel de endeudamiento de tarjeta de crédito que existía a finales de 2007, cuando comenzó la crisis y la economía colapsó. Las cifras están ajustadas por la inflación».
Por eso los aumentos consecutivos de los tipos de interés, y la hipótesis de que puede que los recortes no lleguen hasta el 2024, ponen al consumidor a temblar. Muchos de ellos todavía arrastran deudas que contrajeron antes y durante la pandemia, cuando perdieron sus trabajos y las tarjetas de crédito se convirtieron en salvavidas para algunas las familias con peor suerte. La inflación solo ha empeorado el endeudamiento que ya había.
El 46% de los estadounidenses tiene deudas que nunca se acaban y se acumulan mes a mes. Esta situación de endeudamiento perpetuo contrasta con la que acontecía hace apenas un año, cuando solo el 39% de los hogares norteamericanos vivía a crédito, según la web de información financiera bankrate.com.
«Debido a que el costo de vida ha aumentado en casi todas partes, los consumidores están luchando financieramente con las compras diarias y las facturas de servicios públicos. Es por eso que tienen que recurrir a sus ahorros o a sus tarjetas de crédito para poder mantenerse al día con los precios en aumento», concluye Jill González.
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