Transporte

Huelga en Renfe: cuándo empieza, cuánto dura y a quién afecta

Los sindicatos han convocado paros en Renfe y Adif para finales de noviembre y principios de diciembre por el traspaso integral de Rodalies a la Generalitat de Cataluña

Un panel informativo, en la estación de Madrid-Puerta de Atocha, durante la quinta jornada de huelga de maquinistas de Renfe celebrada hoy
Un panel informativo, en la estación de Madrid-Puerta de AtochaRicardo RubioEuropa Press

Los sindicatos UGT, CC OO, Semaf, SF, CGT, y SCF han convocado cinco días de paros en Renfe y Adif en contra de la transferencia integral de la gestión del servicio de Rodalies a la Generalitat de Cataluña acordada por el PSOE y ERC. ¿Cuándo, a quién afecta y por qué protestan?

¿Cuándo empieza y cuánto dura la huelga?

Los paros se celebrarán los días viernes 24 y jueves 30 de noviembre y el viernes 1, lunes 4 y martes 5 de diciembre, en pleno puente de diciembre.

¿A quién afectará esta huelga?

Los sindicatos esperan una respuesta masiva de los trabajadores, aunque, como siempre ocurre, la huelga se verá minimizada por los servicios mínimos. Previsiblemente la huelga afectará a todos los servicios de transporte ferroviario ofrecidos por Renfe, desde Cercanías, Media y Larga Distancia, así como AVE y Avlo. Al sumarse a la huelga el administrador de la infraestructura ferroviaria, Adif, no se descarta que también puede producirse alguna incidencia en los trenes de la competencia de Renfe.

Motivos de la huelga

Los sindicatos representantes de los trabajadores de ambas empresas argumentan que convocan estos para para defender los derechos laborales de las personas trabajadoras a quienes representan y "se oponen firmemente a cualquier decisión que suponga la segregación de los servicios que prestan las empresas públicas estatales, tomando como decisión unánime la paralización del ferrocarril en todo el Estado".

El portavoz del Sindicato Ferroviario, Rafael Escudero, explicó que uno de los riesgos más graves que se corre con el acuerdo sobre Rodalies es que "cunda el ejemplo y el resto de las comunidades autónomas también soliciten que se haga la transferencia de las cercanías".

Escudero recordó que se trata de dos empresas con 15.000 trabajadores cada una, por lo que si se fraccionan en 17 pequeñas por cada comunidad autónoma, las condiciones de trabajo, las salariales y el futuro y la estabilidad en el empleo se pondrían en cuestión. En concreto, en Cataluña, entre ambas empresas cuentan con unos 4.000 trabajadores, de los que 2.500 pertenecen al grupo Renfe y 1.500, a Adif.

Para los sindicatos, la medida es "absolutamente innecesaria" porque el cambio de titularidad no soluciona los problemas que están padeciendo todos los núcleos de cercanías, no sólo de Cataluña, y, en cambio, lo que sí lo hace es el atender, vigilar y mirar por qué se producen las incidencias.

En su opinión, estas incidencias se deben a que los vehículos no se pueden reparar bien porque no hay piezas de repuesto en los talleres y, por tanto, salen a circular no en las condiciones más óptimas. El traspaso de Rodalies tampoco es una solución para la falta de personal en los centros de trabajo, en el mantenimiento de infraestructuras, en la circulación, en la conducción, en la intervención, en los servicios comerciales y en los talleres.

La secretaria general del sector ferroviario de CC OO, Pepa Páez, matizó que los sindicatos no se oponen al traspaso de competencias, sino a que eso suponga una segregación de las empresas públicas.

Para CGT, es un ataque grave al conjunto del sector ferroviario de ambas empresa públicas y, en el caso de Renfe, por partida doble porque además del traspaso de Rodalies se pretende llevar a cabo una "privatización encubierta" del servicio de Mercancías. De nuevo, no se opone al traspaso de competencias sino a segregación.

Las organizaciones entienden que debe haber figura jurídica suficiente para como que sea posible la creación de una empresa pública compartida por la Generalitat y el Ministerio de Transportes que no suponga que los trabajadores se desliguen tanto del grupo Renfe como del de Adif.

Llamada a la calma de la Generalitat y el Gobierno

Tras el anuncio de las movilizaciones, desde la Generalitat trataron de calmar a los sindicatos. La portavoz del Ejecutivo catalán, Patricia Plaja, y la consellera de Territorio, Ester Capella, dijeron que velarán por los derechos de los trabajadores de Adif y Renfe. "Hemos repetido desde que se hizo público el acuerdo de traspaso de Rodalies que se velará por los derechos de los trabajadores. Este es un Gobierno de izquierdas", recordó Plaja. Capella insistió en que "el acuerdo de Rodalies recoge la garantía de la movilidad y de los derechos laborales de los trabajadores".

La propia ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Raquel Sánchez, aseguró que "Renfe se queda en Cataluña" y que trabajará con los sindicatos para cerrar el traspaso. Aunque aún no se ha concretado la naturaleza de la entidad que gestionaría la operativa ferroviaria de las Rodalies, el acuerdo entre el PSOE y ERC recoge la creación de una nueva sociedad, Rodalies Catalunya, que sustituiría a Renfe para prestar el servicio de Rodalies con el material y el personal de la operadora estatal y en cuyo consejo habría representación paritaria Generalitat-Estado, si bien el presidente, que tendría voto de calidad, sería a propuesta del Ejecutivo catalán.