Energía

Iberdrola, Endesa y Naturgy diseñan al fin su propuesta conjunta para salvar Almaraz

Las eléctricas negocian los detalles, como si la prórroga se eleva más allá de 2030 y si se demanda un calendario alternativo de cierre para otras plantas y negociar una rebaja fiscal a la nuclear

Imagen de la central de Almaraz
Imagen de la central de Almarazlarazon

Las empresas propietarias de la central nuclear de Almaraz -Iberdrola, Endesa y Naturgy- trabajan ya en una solicitud conjunta para prolongar la vida operativa de la instalación más allá de los plazos actualmente previstos.

Las fuentes consultadas por este diario indican que se están negociando los detalles, como si la prórroga se eleva más allá de 2030 y si se marca un calendario alternativo de cierre para otras plantas. Sin embargo, las mismas fuentes apuestan por no incluir otras instalaciones en esta solicitud sobre Almaraz.

Las eléctricas ganarían tiempo para plantear con mayor margen la excesiva presión fiscal que afrontan las centrales, según las eléctricas. En este sentido, el sector pide la reducción de los impuestos autonómicos o locales y de la "Tasa Enresa". Esta tasa, que debe su nombre a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), sirve para sufragar los costes de gestión del combustibles nuclear gastado y los residuos radiactivos generados, así como su futuro desmantelamiento y clausura.

Central nuclear de Almaraz.
Central nuclear de Almaraz. Dreamstime

Todas las propietarias consideran que la planta se encuentra en "óptimas condiciones técnicas", lo que ha motivado el impulso hacia esta posible prórroga.

Durante la última reunión ordinaria de la Junta de Administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), celebrada recientemente, se analizaron las operaciones de la central y se reafirmó su estado técnico. De hecho, la planta ha sido reconocida por la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO) con el nivel de excelencia, uno de los máximos estándares de calidad internacional en el sector.

Las tres compañías han manifestado públicamente su disposición a mantener la operación de la planta más allá de 2027, cuando está previsto el cierre del primer reactor si no se modifica el calendario actual. Naturgy ha propuesto incluso una "miniprórroga" hasta el año 2030.

Iberdrola, accionista mayoritario con cerca del 53% de participación, ha dado un paso adelante al reiterar su compromiso con esta extensión, en línea con Endesa, que ya expresó su intención de solicitar alargar la vida útil de la planta la semana pasada, y Naturgy, cuyo presidente ejecutivo, Francisco Reynés, secundó la extensión ayer.

Esta postura gana especial relevancia después de que, en junio, Iberdrola y Endesa enviaran una carta al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que fue interpretada como una declaración de intenciones, pero no como una solicitud formal al no contar con la firma de las otras propietarias de plantas nucleares (Naturgy y EDP).

Gobernanza y próximos pasos

Actualmente, los socios trabajan en los procedimientos de gobernanza necesarios para elevar al Ministerio una petición conjunta y formal. Este será un paso previo a la entrega de la documentación técnica al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo encargado de garantizar la seguridad y el cumplimiento regulatorio en el ámbito nuclear en España.

Independientemente del resultado de esta solicitud, las empresas deben presentar al CSN antes del 1 de noviembre la documentación técnica correspondiente al proceso de cese del primer reactor, previsto para finales de 2027.

Nuclear como “escudo antiapagones”

La energía nuclear ha cobrado protagonismo en el debate energético, especialmente tras el apagón que afectó a la península el pasado 28 de abril. En este contexto, el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, ha definido la nuclear como un “escudo antiapagones”, destacando su papel como fuente de energía firme y síncrona, esencial para la estabilidad de la red eléctrica.

Pese a representar solo el 5% de la potencia instalada en España, la energía nuclear genera aproximadamente el 20% de la electricidad del país, lo que permite garantizar el suministro de uno de cada cinco hogares.

Además, opera alrededor del 90% de las horas del año, independientemente de condiciones meteorológicas, y desempeña un papel clave en la estabilización del sistema eléctrico en un escenario de creciente penetración renovable.

Impacto económico y precedentes internacionales

Las propietarias de Almaraz destacan que otras naciones como Estados Unidos y Francia han extendido la vida útil de sus centrales nucleares hasta los 60 e incluso 80 años, demostrando la viabilidad técnica y la seguridad de estas instalaciones a largo plazo.

Asimismo, estudios sectoriales advierten que el cierre prematuro de las nucleares tendría consecuencias económicas negativas, tanto en términos de coste de la electricidad para consumidores e industria, como por su impacto en el empleo y la economía de regiones como la comarca de Almaraz.

El futuro de la central extremeña queda ahora a la espera de que la propuesta formal sea presentada y evaluada por el Gobierno, en un contexto en el que la seguridad de suministro y la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional vuelven a estar en el centro del debate energético.