Huelgas

Las huelgas en el transporte vuelven por vacaciones

Los vigilantes de seguridad de El Prat convocan paros indefinidos en julio y amenazan con paralizar los servicios de control. CC OO se plantea hacerlos también en Renfe

Los retrasos y las aglomeraciones pueden volver a El Prat si no se desconvoca la huelga de vigilantes de seguridad / Efe
Los retrasos y las aglomeraciones pueden volver a El Prat si no se desconvoca la huelga de vigilantes de seguridad / Efelarazon

Los vigilantes de seguridad de El Prat convocan paros indefinidos en julio y amenazan con paralizar los servicios de control. CC OO se plantea hacerlos también en Renfe.

Las huelgas en el transporte parece que siempre regresan a España por vacaciones. Tanto el sector aéreo como el ferroviario se enfrentan a paros o amenazas de movilizaciones para el mes de julio recién estrenado. La que ya está confirmada es la de los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat. El comité de empresa de este colectivo confirmó el pasado miércoles de que realizarán una huelga indefinida a partir del 12 de julio para reclamar mejoras laborales en la empresa Trablisa, adjudicataria del servicio desde junio de 2019. El paro afectará a una plantilla de 480 trabajadores.

La convocatoria tiene por objetivo reclamar mejoras laborales en materia de formación y también salariales a Trablisa «mediante un plus de productividad de 200 euros que, al menos, se acerque a los 250 pactados con los vigilantes del Aeropuerto de Mallorca». Estas movilizaciones han sido convocadas por unanimidad por el comité de empresa, integrado por las organizaciones sindicales Alternativasindical, STS, SPS, USO y PROU.

Largas colas y esperas

El Prat ya vivió una huelga de vigilantes de los arcos de seguridad hace un par de veranos. Las movilizaciones provocaron importantes problemas en el aeródromo barcelonés, con largas colas y esperas de varias horas de los pasajeros para superar los filtros de seguridad durante varias jornadas. Aunque se trataba de un conflicto laboral en el seno de una compañía privada, la gestión que hizo Aena del conflicto como principal afectada fue uno de los motivos que condujeron a la posterior salida del que entonces era su presidente, José Manuel Vargas.

El comité de huelga asegura que ya ha registrado en la conselleria de Trabajo de la Generalitat de Cataluña la convocatoria de paros que afectarán a una plantilla integrada por unos 480 trabajadores.

La amenaza de paros también pende sobre el sector ferroviario. Comisiones Obreras (CC OO) anunció el pasado lunes una serie de movilizaciones en el Grupo Renfe que comenzaron con una concentración el pasado jueves en la estación madrileña de Atocha. CC OO, que acusa a la dirección de la compañía de gestionar los derechos de sus trabajadores de una forma «dictatorial», no descarta hacer paros en julio.

Según el sindicato, Renfe está incumpliendo «una vez más» su compromiso con la creación de empleo. «La dirección de Renfe miente cuando nos vende una tasa de reposición del 105% porque, si bien es verdad que la administración ha autorizado 49 nuevos contratos indefinidos, estas contrataciones han sido usadas por la empresa para desvincular al mismo número de trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, no se crea empleo. Hay tantos ingresos como jubilaciones o desvinculaciones en la empresa», denunció en un comunicado de prensa.

Conciliación y productividad

El sindicato también se queja de que Renfe ha decidido imponer unilateralmente la distribución de la jornada anual de 1.642 horas. «No vamos a bajar los brazos y renunciar a un derecho que posibilita la conciliación de nuestra vida personal y laboral. No podemos permitir que esta disminución de la jornada anual quede en 17 minutos de reducción diaria que en nada ayuda a la atención de nuestros hijos y familiares dependientes, además de que esta distribución impuesta unilateralmente por la empresa es más perjudicial para la productividad y la prestación del servicio que la propuesta por CC OO», subrayó el sindicato.

Asimismo, CC OO exige a la empresa la consolidación de las cantidades abonadas en concepto de incentivo adicional ligado a la evolución favorable en los resultados del Grupo Renfe, referidos a los años 2017 y 2018.

Para desbloquear estos asuntos, CC OO ha decidido iniciar un proceso de movilizaciones y ha advertido de que, de no cambiar la actitud de la empresa, «continuará con más actos de protesta, sin descartar la convocatoria de jornadas de huelga durante el próximo mes de julio».